Pocos días después de disfrutar de su primera titularidad con el Celta Fortuna Pablo Meixús hace balance de los últimos meses. El capitán del Juvenil celeste ha tenido que madurar a base de trabajo, lesiones y 'exilio'. Le tocó vivir la parte más amarga del fútbol lejos de su casa, en el Bergantiños. Lo hizo en su primer año de senior en un vestuario que nada tenía que ver todo lo vivido anteriormente. En Segunda RFEF se terminó de forjar un central de carácter, las cicatrices de sus operaciones de rodilla, muestran que el camino no ha sido sencillo. Un viaje de ida y vuelta lleno de dificultades y obstáculos hasta llegar al pasado domingo, cuando Claudio Giráldez le dijo que iba a ser titular.
Pablo Meixús cerraba el círculo. Le tocó irse cuando soñaba con seguir defendiendo la celeste. Le tocó enfundarse una nueva camiseta. Peleó por ella, terminó cayendo lesionado de gravedad sin poder ayudar a sus compañeros a salvar la categoría. Una temporada durísima en lo personal y en lo colectivo que terminó con una inesperada llamada, la del Celta de Vigo. Regresó lesionado en verano, algo que siempre agradecerá al club de sus amores. Lo hizo para jugar en el Gran Peña. Ahora disfruta del Fortuna sabiendo que es un premio que se tiene que ganar cada día. Pablo Meixús ha tenido que madurar de otra manera, él lo sabe. También lo que es entrenarse con el primer equipo. Ese es su objetivo, el camino no será sencillo, pero ya ha superado otras barreras mucho más complicadas.
Tras una larga recuperación, arrancando desde el Gran Peña te llegó la primera titularidad en el Fortuna ¿Cómo te sentiste?
- Estoy agradecido por sumar la primera titularidad. Siempre hace ilusión y la verdad que para ser el primer partido titular me sentí muy a gusto en el campo. Al final muchos de los compañeros que estaban en el campo ya los conozco desde hace mucho tiempo y eso quieras que no ayuda.
El camino hasta esta titularidad ha sido largo y lleno de obstáculos. Desde la cantera del Celta hasta lucir el brazalete del Juvenil, teniéndose que ir después al Bergantiños para regresar al Gran Peña ¿Cómo ha sido este viaje?
- Empecé en el Marcón el año de prebenjamines. Luego me vine al Celta y estuve toda la etapa de categorías inferiores aquí y el año pasado salí a los Bergantiñoos y la verdad que fue un año complicado en lo deportivo y más al final con el tema de la lesión pero este año volví para formar parte del Celta C y súper contento, además estoy entrenando con el Celta Fortuna que se agradece así que estoy muy contento.
Siendo el capitán del Juvenil el salto lógico era llegar al Gran Peña o al Fortuna, sin embargo te tocó salir del Celta con destino al Bergantiños ¿Fue un palo?
- Es verdad que con la ilusión de ser canterano y llevar tanto tiempo siempre buscas estar en el primer equipo pasando por las categorías que hagan falta, pero también hay momentos que te paras a pensar y ves bien también un cambio de aires. A veces te hace madurar de otra manera, sabiendo que siempre el cambio puede ser duro, pero bueno, la verdad que lo afronté con ganas y con ilusión.
Uno de los cambios fue pasar de un vestuario con compañeros de 17, 18 y 19 años a otro con gente veterana ¿Se nota mucho esa diferencia?
- Sí, la verdad que el salto que más noté fue el de categorías, obviamente. Cambia mucho el fútbol de base con el fútbol ya senior, que es otro tipo de fútbol, los duelos, todo es mucho más complicado, la veteranía se nota muchísimo. Y también el vestuario, no es lo mismo estar en un vestuario con gente de tu edad, que siempre hay más filin y es más fácil conectar con la gente dentro del vestuario que con personas de todo tipo de edades. La verdad es que me adapté bastante bien y bastante rápido. Lo llevé de la mejor manera.
Lo negativo del Bergantiños fueron las lesiones. La que tuve unos meses antes del final de temporada acabó de colmar el vaso de una temporada bastante mala a nivel deportivo. Lo intenté afrontar de la mejor manera, pensando en que me iba a venir mejor para madurar personalmente. Después de una temporada que fue complicada maduras de otra forma.
No has tenido suerte con las lesiones. Primero te rompes el ligamento cruzado y luego, en la otra pierna, el ligamento lateral externo ¿Cómo se afrontan esos momentos tan malos?
- La primera vez puede pasar, no te lo esperas pero bueno... es una vez y lo afrontas al principio con miedo pero luego te vas dando cuenta de que es trabajo y trabajo y llegarás a estar bien. La segunda sí que ya es peor, yo creo, porque vuelves como a volver a saber lo que es todo ese proceso, que fue duro, que estás mucho tiempo lejos del campo y al final es complicado, pero la verdad que creo que fui bastante fuerte mentalmente. A día de hoy me encuentro bastante bien de ambas rodillas.
¿Te podías imaginar que después de una temporada así, con lesiones importantes incluidas, te llamaría el Celta para regresar a Vigo?
- Al final nunca se sabe en el fútbol, pero la ilusión siempre la tienes. Además es que yo aquí estoy súper feliz, la considero mi casa. Yo cada día vengo aquí a entrenar con muchísimas ganas. La ilusión de que me volviesen a llamar siempre estuvo ahí.
Además esa llamada llegó aún lesionado y con varios meses de recuperación por delante ya que no vuelves a jugar hasta este mes de noviembre con el Gran Peña.
- El Celta contacta conmigo y la verdad que estoy muy agradecido porque yo aún estaba lesionado y aún me quedaban bastantes meses por delante pero el Celta quiso confiar en mí para el Gran Peña y la verdad que muy agradecido, no lo dudé. Además, en mi situación me venía muy bien estar en un club como este para poder recuperarme así que yo estaba encantado de volver.
Cuando en noviembre juegas tu primer partido con el Gran Peña ¿Qué sentiste?
- La verdad que mucha ilusión. Al final esos meses de trabajo por la lesión se vieron recompensados con volver a jugar y más con este escudo. Me siento súper orgulloso de poder llevarlo.
¿Esa ilusión es la misma que cuando recibiste la llamada de Claudio Giráldez para entrenarte con el Fortuna?
- La verdad que sí. Estuve unos meses entrenando con el Celta C, porque al final venía de un parón grande de la lesión y cuesta coger mucho el ritmo. Cuando me comentan para venir a entrenar con el Fortuna siento una ilusión enorme. Además con Claudio, que ya lo conozco y tengo confianza con él. La verdad es que al principio se nota el ritmo y me costó un poco entrenar y entrar en la dinámica, pero bueno, también me venía bien a mí para ir cogiendo más ritmo y la verdad que súper agradecido.
Y llega el debut con el Fortuna, en Balaídos
- Correcto, creo que era el primer partido que me convoca Claudio. La verdad que no me lo esperaba, sinceramente, pero bueno tuve la suerte de poder entrar unos minutos ahí al final. Encantado y muy agradecido.
Para un canterano, formado en A Madroa, jugar en Balaídos tiene que ser algo único. Un partido donde además os colocasteis como líderes.
- La verdad que sí, nunca me lo hubiese imaginado, Balaídos es perfecto para un debut. Había mucha gente, jugábamos contra el primer clasificado, mejor imposible.
Un proceso en el que te ha acompañado Claudio Giráldez ¿Qué supone su figura para ti?
- Lo conozco de otros años que me entrenó y la verdad que estoy encantado con él. Creo que trabaja fenomenalmente. Intenta hacer un buen trabajo yt iene un buen equipo. Intenta sacar ese plus de cada jugador. Yo estoy encantado de que me entrene.
¿Qué te pide?
- Que sea yo mismo, la verdad. Él me conoce bastante bien y que sea yo mismo, que juegue sin impresión, que haga lo que sé.
Y como reto personal ¿Qué te marcas?
- Hay que tener ambición, estar en el Fortuna es muy bonito. Pero bueno, yo de momento soy parte del Gran Peña y estoy muy contento con ellos. Cuando me toque ir con ellos, con ellos. Cuando me toque venir con el Fortuna, pues también. Por eso no hay ningún problema, con los dos equipos estoy súper contento.
El vestuario del Fortuna no es un secreto para ti al haber coincidido con muchos compañeros como César, Hugo, Damián, Tincho, Javi o Dela.
Al final son más que compañeros, son amigos. Llevo muchísimos años con ellos y tengo mucha confianza. Desde el primer día te acogen de otra manera. No es lo mismo que llegar y conocer a un par de personas. Al final conozco a muchos, tengo muy buena relación con ellos y se hace todo más llevadero.
Lleváis seis partidos donde los resultados no están saliendo a pesar de mantener una buena línea de juego ¿Notáis alguna presión?
- Creo que al final dentro tampoco hay demasiada presión. Sí que se habla mucho y así, pero estuvimos 16 jornadas en playoff que es algo increíble. Al final dentro tampoco tenemos esa presión de tener que estar ahí, pero sí que es verdad que tenemos ganas y queremos volver a una buena racha. El equipo siempre está pensando en intentar sumar los tres puntos cuanto antes.
Llega el Sestao River a Barreiro, otro equipo que buscará defenderse aprovechándose de un campo pequeño.
- La verdad depende de lo que planteen ellos. Al final es en Barreiro, que siempre preferimos jugar en Balaídos, pero nos adaptaremos bien sin renunciar a nuestro estilo de juego y a ver cómo plantean ellos el partido y se verá. Pero estoy seguro de que será un partido muy disputado.
¿Aunque llevéis seis partidos sin ganar y no sea vuestro objetivo el playoff sigue siendo siendo una ilusión?
- Claro, no lo tenemos como un objetivo marcado. No hay esa presión de tener que entrar en playoff. Al final en esta categoría hay equipos muy buenos, con muy buenas plantillas, pero sí que es verdad que la ilusión y las ganas de estar ahí.
Y esa ilusión también la tiene la afición, que está muy pendiente de vosotros.
- Les tenemos que estar muy agradecidos. Siempre están ahí, en Barreiro, en Balaídos, siempre están apoyando al equipo y la verdad que nos dan un plus.