La victoria al Almería, una rara avis del Celta de Benítez: el cuarto peor equipo, en puntos y posesión

La quinta victoria del Celta de Vigo esta temporada, tras la disputa de 27 jornadas, es la primera que llega con el dominio del balón. Hasta el momento los cuatro triunfos previos tenían un denominador común, los de Rafa Benítez habían cedido el control del balón al rival. Ante el Almería los celestes sumaron un 66,6% de posesión. Un partido que los nazaríes disputaron con un hombre menos durante media hora y con Leo Baptistao lesionado durante el tramo final. A lo largo de la temporada el Celta solo ha logrado tener más balón que su rival en seis encuentros. Rafa Benítez ha propuesto un estilo de juego en bloque medio y bajo para transicionar a la contra sin que los resultados le hayan acompañado, como tampoco le está acompañando el favor del celtismo.

Con un 44% de posesión media solo Getafe, Alavés y Cádiz tienen menos la pelota que el Celta. Valencia y Mallorca igualan a los celestes con los mismos números. De todos ellos solo el Cádiz presenta peores resultados en Liga. Rafa Benítez, entrenador del primer equipo, aseguró hace escasas semanas que los vigueses no estaban capacitados para jugar al fútbol a través de la posesión y presión alta.

"¿Qué es jugar bien? ¿Hacer unos buenos contraataques o tener el 80 % de posesión y encerrar al rival? Nosotros eso no lo podemos hacer, da igual que nos guste mucho. Si no vemos esa realidad, nos equivocamos", señaló el técnico madrileño en sala de prensa. Unas palabras que encierran una manera de entender el fútbol que se ratifican en los números. Unos números que sin embargo no encuentran premio en forma de puntos. El Celta es el cuarto peor equipo de LaLiga en puntos y en posesión de balón.

El Celta ganó la posesión en la primera jornada de Liga ante el CA Osasuna. El 52,5% de pelota no le sirvió para sumar puntos ya que cayó 0-2 en Balaídos. Una semana después empató en San Sebastián con un 47,7% de posesión con un gol de Mingueza en en los últimos instantes. De vuelta a Balaídos la derrota ante el Real Madrid por un ajustado 0-1 llegó con un 36,5% de posesión. Con casi el mismo porcentaje, un 36,8%, los de Rafa Benítez vencieron 2-3 al Almería.

El segundo partido donde tuvieron más pelota que su rival fue ante el Mallorca. El 60,7% terminó en derrota en Balaídos con un solitario gol de Muriqui. El Celta renunció por completo al balón ante el FC Barcelona. Casi le sale bien, el 3-2 con el que regresó de Cataluña no refleja que los vigueses fuesen ganando más de 80 minutos por 0-2. En ese partido solo tuvieron un 25,9% de posesión ante los de Xavi Hernández.

Sorprendente para el celtismo fue perder la posesión en casa ante el Deportivo Alavés. En uno de los peores partidos de la era Benítez el Celta empató 1-1 ante el conjunto victoriano con solo un 45,8% de balón. Ante Las Palmas volvieron a renunciar al balón con un 26,4% cayendo 2-1. El partido con más pelota para el Celta de toda la temporada fue de vuelta Vigo ante un Getafe con un hombre menos. El 74,4% de posesión se tradujo en un 2-2 decepcionante. De nuevo en Balaídos un equipo que suele renunciar a la pelota como el Atlético de Madrid goleó por 0-3 con un 63,8%.

En Montivili el Celta volvió a dejar al rival manejar el esférico. Una decisión arbitral absolutamente bochornosa les privó de la victoria. En esa derrota por 1-0 los de Rafa Benítez sumaron un 34,4% de posesión. Algo más, un 38,8%, tuvieron en el empate 1-1 ante el Sevilla en Vigo. En San Mamés se vivió un partido de poder a poder que terminó con victoria 4-3 para el Athletic Club. Esa igualdad en el marcador se tradujo en un reparto bastante igualitario de la pelota. El Celta tuvo una posesión del 42,2%.

Ya a finales de noviembre los vigueses visitaron Mestalla. Empate sin goles ni apenas ocasiones y con un 45,5% de balón. Igualdad máxima ante el Valencia. Ante uno de los equipos menos propositivos de LaLiga el Celta empató 1-1 en Balaídos. El Cádiz cedió la pelota a los de Benítez, que con un 67,8% no lograron sumar los tres puntos. En Vallecas el Celta volvió a dejar la pelota al Rayo para cerrar el partido con un 37,1% de balón en un empate sin goles.

Tampoco tuvo el cuadro vigués la pelota en Balaídos ante el Granada. Con un 39,1% llegó la segunda victoria de la temporada con un pírrico 1-0 en la jornada 17 de LaLiga EA Sports. Cayeron después ante el Villarreal por 3-2 ganando su quinta posesión de la temporada con 52,3%. En Vigo, ante el Betis, llegó el tercer triunfo del curso. El 2-1 fue con un 40% de pelota para el Celta. En Son Moix el empate 1-1 contra el Mallorca se labró con un 43,8% de balón.

La Real Sociedad, en Balaídos, venció con un solitario gol de Brais Méndez. No tuvo opciones el Celta de hacer ocasiones a los de Imanol con el 48,5% de pelota. Una nueva derrota en casa por la mínima, 0-1 ante el Girona, fue con un 39,6% de posesión. Menos pelota le hizo falta al Celta para lograr su mejor resultado del curso hace escasas semanas. El 0-3 en El Sadar ante Osasuna llegó con un porcentaje de balón del 30,1%. En el Coliseum tuvieron más pelota, con un 52,1%, pero perdieron 3-2 en los últimos instantes tras igualar el 2-0 inicial con el que se puso por delante el Getafe.

En Balaídos el Barcelona venció 1-2 con un Celta teniendo solo el 33,7% de balón para una semana después dejarse dos puntos en el Nuevo Mirandilla tras ir venciendo 0-2. El 2-2 ante el Cádiz fue con solo un 34,5% de pelota, un porcentaje ridículo ante un equipo que tradicionalmente juega sin querer el balón. La quinta victoria de la temporada, este fin de semana pasado ante el Almería con un solitario gol de Mingueza, es la primera de la era Benítez ganando la posesión. El 66,6% es una de las mejores marcas de la temporada ante un colista que aún no sabe lo que es ganar y que jugó la última media hora con un hombre menos por la expulsión de Langa.

El Celta de Benítez solo suma cinco victorias en 27 jornadas. En esos 27 partidos de Liga solo ha tenido más balón en seis encuentros. Estos se tradujeron en una única victoria, dos empates y tres derrotas. En los 21 partidos en los que el Celta no tuvo el control del balón el balance es de cuatro victorias, siete empates y diez derrotas. Cuando el Celta tiene la pelota suma una media de 0,83 puntos por partido. Cuando cede el esférico alcanza los 0.90 puntos por partido. Una media similar para un equipo que prefiere esperar a que el rival proponga para salir a la contra.