El Celta de Vigo hizo oficial la destitución de Rafa Benítez este martes. Un lugar que ocupará Claudio Giráldez, técnico de 36 años, que dio el salto desde el filial celeste, el Fortuna. Un técnico que demostró su sentimiento celtista en el discurso que hizo antes de un duelo del filial vigués con el Deportivo de la Coruña la temporada pasada.
Un duelo especial que se jugó en Balaídos, el coliseo del Celta. En el vestuario, el actual técnico del primer equipo tuvo unas palabras que buscaron la motivación de la plantilla. Lo primero que pidió, entonces a sus pupilos era que disfrutaran del partido, que se iba a disputar "en un campo de puta madre". "Es para disfrutar, de verdad, sed conscientes de dónde venís, dónde estáis, disfrutadlo, pasadlo bien", expresó el entonces técnico del filial del Celta.
Les quiso quitar importancia a todo lo que englobaba el derbi gallego, afirmando que lo que tenían ante sí "es una oportunidad" y que "la presión es otra cosa". Para el técnico "es un padre o una madre que tiene que volverse loco para que llegue a fin de mes su familia". O "un cirujano que opera a vida o muerte", o alguien a quién le han dicho que "le queda un mes de vida". "Eso es presión, esto es fútbol", certificó.
Luego quiso ensalzar a sus jugadores haciéndoles saber que si estaban donde se encontraban, era porque "sois buenos". Quiso que confiaran en sí mismos y en el compañero que tenían al lado. "Vamos a ganar el puto partido chavales", finalizó Claudio Giráldez.
El entrenador gallego llegó al filial del Celta de Vigo en la campaña 2022-23 tras formar parte de su fútbol base. Lo ha dejado en la quinta plaza del Grupo 1 de la Primera RFEF. Ahora deberá coger el mando del primer equipo.