El regreso de Iago Aspas al estadio Benito Villamarín dio que hablar en la previa del partido entre Celta de Vigo y Real Betis. Claudio Giráldez restó importancia al tema, pero la duda era lícita. No solo se da la circunstancia del pasado del futbolista de Moaña en el Sevilla FC. También, lo ocurrido la pasada temporada en este mismo estadio: la expulsión de Luiz Felipe tras un supuesto golpe en la cara al delantero. Manuel Pellegrini le criticó, aunque los celestes se alzaron con la victoria merced a un doblete de Gabri Veiga. Este viernes era una incógnita el recibimiento que tendría el capitán celtista en el estadio verdiblanco... aunque tampoco fue para tanto.
Y es que, en su mayoría, la reacción de la afición del Real Betis fue de indiferencia hacia Iago Aspas. La hinchada verdiblanca apenas hizo sangre de lo ocurrido la pasada temporada. Es cierto que dedicaron algunos pitos puntuales cuando tocó el balón (que tampoco ocurrió demasiadas veces). Del mismo modo, un sector muy localizado de la grada del Benito Villamarín también profirió algún insulto puntual, haciendo especial hincapié en su pasado como sevillista. Sin embargo, fueron pocos aficionados y se extendió durante escasos segundos.
Durante la segunda parte se pudo escuchar a un pequeño sector de la grada local cantar "Aspas, cabrón, puta de Nervión". Fueron apenas unos instantes, no llegó ni a diez segundos. No obstante, la afición verdiblanca no le perdona su pasado en el eterno rival sevillista.
Del mismo modo, otro pequeño sector de la grada local, ubicado en Preferencia, también le cantó "Aspas, tírate" en alusión a lo sucedido la pasada temporada. Entre la hinchada verdiblanca consideran que Iago Aspas simuló una agresión, y que aquello le costó la expulsión a Luiz Felipe la pasada temporada. No obstante, como ocurrió en el anterior caso, duró muy poco tiempo y no fueron muchos aficionados.
Esto, sumado a los tímidos pitos de la afición verdiblanca, son toda la reacción que el público del Benito Villamarín dedicó a Iago Aspas. Su actuación personal, para más inri, tampoco fue memorable.