El partido entre Real Betis y Celta de Vigo se saldó con triunfo verdiblanco por dos goles a uno. Los de Manuel Pellegrini, que mostraron un gran nivel, estuvieron muy por encima de los celestes, especialmente en la segunda parte. Claudio Giráldez apostó por un once muy joven, con algunos canteranos como titulares, y en la segunda mitad apostó por uno más: Damián Rodríguez. El mediocentro del Celta Fortuna disputó en el Benito Villamarín su segundo partido como profesional, siendo el primero, curiosamente, también en la ciudad de Sevilla en el triunfo ante el Sevilla FC. Y tampoco será un día que olvide fácilmente. No en vano, pese a la derrota celtista, se llevó un recuerdo que seguramente guardará con mucho cariño para el resto de su vida: la camiseta de Nabil Fekir.
El delantero del Real Betis entró en la segunda mitad, siendo decisivo con un golazo. El propio Damián Rodríguez pudo verlo desde cerca, llevando ya 13 minutos sobre el césped del Benito Villamarín cuando el francés se sacó un derechazo imparable a la escuadra. El gol de Jörgen Strand-Larsen en los minutos finales llegó sin tiempo suficiente para que el Celta reaccionara.
Tras el pitido final, toda la tensión del encuentro, cuyos minutos finales fueron de infarto, se diluyó. Los jugadores de ambos equipos se saludaron y abrazaron amistosamente, deseándose lo mejor para el resto de la temporada. Con objetivos muy distintos, Europa para unos y la salvación para otros, no había intereses cruzados ni rivalidad directa en lo que a consecución de objetivos se refiere.
Fue entonces cuando Damián Rodríguez se acercó tímidamente a Nabil Fekir. El francés, que estaba ante un partido muy especial para él, le atendió con interés. Entonces, el joven futbolista celeste le pidió al astro verdiblanco si le podía cambiar la camiseta. Algo a lo que el jugador bético accedió con una sonrisa. Ambos jugadores intercambiaron casacas, y el celtista se llevó nada menos que la del jugador decisivo del partido. Todo un campeón del mundo que, poco a poco, aspira a recuperar su mejor nivel tras un período complicado, volviendo de una lesión grave acompañada de otras molestias musculares posteriores.
Tras el momento tan íntimo que compartieron, ambos se fundieron en un abrazo y se desearon suerte para el futuro. De momento podemos asegurar que Damián Rodríguez se queda la camiseta de un grandísimo futbolista, con reconocimiento internacional y un talento descomunal. Quién sabe si el día de mañana Nabil Fekir no repasa su colección de camisetas intercambiadas y encuentra la de Damián Rodríguez con el futbolista ya asentado en la élite y el reconocimiento del mundo del fútbol.