Claudio Giráldez ha logrado distanciar en ocho puntos los puestos de descenso para un Celta que suma 10 de los últimos 18 puntos en juego. El entrenador, debutante en el fútbol profesional, ha logrado tres victorias en sus seis primeros encuentros. Dos llegaron en Balaídos, donde además suma un empate, la otra fue en el Sánchez-Pizjuán. Todas los triunfos han llegado en forma de remontada. Los pupilos de Claudio Giráldez han demostrado que son capaces de darle la vuelta al marcador convirtiendo una debilidad en una fortaleza.
A lo largo de estos seis encuentros los rivales se han puesto por delante en cinco ocasiones. Sevilla, Betis, Las Palmas, Deportivo Alavés y Villarreal se han puesto por delante. Solo el Rayo Vallecano, partido que terminó con empate sin goles, no fue capaz de ponerse por delante. Los vigueses no están entrando bien a los partidos a tenor de estos resultados.
El Sevilla se puso por delante en el minuto 18' por medio de En-Nesyri. El Real Betis en el 53' con un tanto de Juan Miranda. Las Palmas lo hizo en el 11' con un testarazo de Juan Herzog y el Deportivo Alavés puso el 1-0 en el 48' con un tanto de Giuliano Simeone. El Villarreal también abrió el marcador con un tanto de Alberto Moreno en el minuto 12'.
El Celta fue capaz de remontar ante el Sevilla para acabar imponiéndose 1-2 en el Sánchez Pizjuán. También lo logró ante Las Palmas en Balaídos para golear por 4-1 en un gran encuentro. De nuevo en casa los de Claudio Giráldez supieron darle la vuelta al primer tanto del Villarreal para terminar haciéndose con los tres puntos con un agónico 3-2.
La debilidad del Celta, que se ha visto por detrás en cinco de los seis partidos entrenados por Claudio Giráldez, se ha convertido en una fortaleza. Los vigueses han logrado remontar tres de estos partidos para sumar tres victorias. Con una media de 1,66 puntos por partido el Celta está muy cerca de certificar su salvación en Primera División.
Con ocho puntos de ventaja y solo doce en juego el porriñés logrará cumplir el objetivo de la permanencia. Por delante tiene un largo camino, como él mismo ha reconocido en muchas ocasiones. Un proceso de mejora continua que permitirá al Celta no arrancar casi todos los partidos con un tanto en contra.