Marián Mouriño, presidenta del Celta de Vigo, realizó un repaso de la temporada en Radio Vigo. La máxima responsable del club vigués analizó el despido de Luís Campos y Rafa Benítez. También explicó las razones que le llevaron a decantarse por Marco Garcés para la dirección deportiva y por Claudio Giráldez para entrenar al primer equipo. La presidenta celeste reiteró su apuesta por destinar todos los recursos económicos disponibles a la parte deportiva. El objetivo es mantener un límite salarial que la pasada temporada alcanzó los 81,5 millones de euros, una cifra récord en la centenaria historia del club vigués.
Reconoció que la temporada a "nivel deportivo no fue lo esperado. Trajimos a un entrenador contrastado pensando y creyendo que íbamos a tener un año tranquilo y alegre" con Rafa Benítez. La apuesta no funcionó y terminó siendo destituido para firmar a Claudio Giráldez. El resumen, tal como apunta Marián Mouriño, es que "hemos terminado con esa alegría en el campo".
También habló de la corta estancia de Luís Campos bajo su presidencia. Marián Mouriño decidió despedirlo en enero: "No funcionó en mi estilo, en lo que yo quería, que me ayudase a todo el proyecto". Confesó que no tenerlo en el día a día del Celta era un importante problema: "Cuando la situación se tuerce necesitas alguien que esté ahí".
El sustituto del asesor deportivo portugués fue Marco Garcés. Con experiencia en el Pachuca y Los Ángeles FC el mexicano era un viejo conocido de Marián Mouriño: "Llevaba tiempo compartiendo y siguiendo sus proyectos. Me gusta su verticalidad, entiende el fútbol desde la base".
Sobre Claudio Giráldez destacó que siempre quiso que se quedase en el Celta aún con Rafa Benítez en el primer equipo. Cuando se decidió destituir al madrileño "Claudio cumplía muchas cosas que buscábamos, la afición lo pedía, nos gustaba lo que veíamos".
Destacó en esta entrevista en Radio Vigo que "Claudio es exigente, sabe lo que quiere y tiene las cosas claras". Siempre hubo sintonía con lo que el porriñés proponía pero reconoció que Marco Garcés también puso sobre la mesa otros nombres. "En el fútbol nada te da la solución. Pregunté mucho y vi muchos ejemplos de otros equipos que habían apostado por un entrenador canterano y cuáles eran las claves" por lo que se apostó por él a pesar de su corta experiencia.
Marián Mouriño quiso dejar claro en esta entrevista que "somos un club de fútbol y tenemos que apostar por el verde y todo el dinero tiene que estar en el verde". "No podemos centrarnos en lo de arriba y olvidarnos de la base, el dinero tiene que estar en el césped", concluyó.