El Celta de Vigo ha decidido presentar un recurso al Comité de Apelación de la Real Federación Española de Fútbol por la sanción de un partido del Comité de Disciplina a su futbolista Ilaix Moriba, expulsado en la última jornada de Liga ante la UD Las Palmas tras ver dos tarjetas amarillas en apenas unos minutos. Sin embargo duda si tomar la misma decisión con Iago Aspas. El motivo es las pocas opciones que tiene de prosperar el recurso por su capitán.
El Comité de Disciplina ha desestimado las primeras alegaciones del equipo vigués para que el centrocampista no fuera sancionado y pudiese jugar contra el Real Madrid en Balaídos. Lo mismo sucedió con las alegaciones presentadas por Iago Aspas.
Moriba fue expulsado en el minuto 54 después de ser amonestado con dos tarjetas amarillas en apenas dos minutos, ambas por "derribar a un contrario de forma temeraria en la disputa del balón".
El Celta de Vigo entiende que en ninguna de las dos acciones el jugador se empleó de forma temeraria, de ahí su discrepancia con la decisión de Cordero Vega y del Comité de Disciplina Deportiva.
En su resolución, el Comité de Disciplina de la RFEF señala que la pruebas videográficas presentadas por el Celta "pese a su escasa calidad y tratarse de planos relativamente lejanos" resultan "compatibles" con la descripción de los hechos recogidos el colegiado en el acta.
Los servicios jurídicos del Celta también estudian la posibilidad de presentar recurso ante el Comité de Apelación por la sanción de un partido impuesta a Iago Aspas, aunque en este caso todavía no lo han decidido.
En el seno del club son conscientes de las nulas opciones de prosperar el recurso por su capitán. Eso no rebaja su indignación ya que consideran completamente desproporcionada la decisión de Cordero Vega de mostrarle dos tarjetas amarillas por protestar en el impasse de dos minutos.
El capitán, tal como decidió esta temporada el colectivo arbitral, es el único jugador del equipo que puede dirigirse al colegiado durante los partidos. Esto no sucedió con Iago Aspas, al que Cordero Vega sancionó "por protestar, de forma ostensible, una decisión mía".