Iago Aspas aplaza la renovación de su contrato: el estado físico de su espalda será clave en su decisión

Iago Aspas asegura que es feliz jugando en el Celta de Claudio Giráldez. El canterano y capitán del equipo está cuajando un gran arranque de curso. Atrás quedan los oscuros meses bajo la batuta de Rafa Benítez, momento en el que llegó a plantearse muy seriamente su retirada al finalizar su contrato. Este expira en junio de 2025. El club y la afición sueñan con su continuidad pero Iago Aspas no quiere tomar aún esa decisión. El estado físico, sobre todo el de su espalda, será clave en su continuidad.

El moañés, que con 37 años suma cuatro goles y tres asistencias, destacó la buena relación que tiene con Marián Mouriño, presidenta del Celta, y Marco Garcés, director deportivo del club: "Tengo mucha confianza con ellos". Iago Aspas sabe que el club quiere renovar su contrato, algo que han hecho público la presidenta y el máximo responsable de la planificación deportiva.

Preguntado en la Televisión de Galicia por su renovación respondió que "todavía es muy pronto, aún queda mucha temporada". Recordó que "hace dos temporadas acabé agotado. Si voy a estar como hace dos años lo mejor es echarse a un lado".

Iago Aspas habló de sus problemas de espalda producidos por la escoliosis que sufre. Hace dos temporadas el moañés se tenía que infiltrar en cada partido, apenas podía entrenar durante la semana. Su vida personal también se vio afectada ya que los dolores en su espalda eran muy intensos.

En las últimas jornadas de la temporada 2022/23 su físico le impedía jugar los partidos teniendo que entrar en la segundas mitades. Semanas de dolor y frustración que no quiere que vuelvan. De ahí que no quiera hablar de su renovación hasta que el actual curso esté más avanzado.

Ahora el delantero confiesa que "me estoy encontrando bien. Estoy disfrutando". "No sé cuántos partidos me quedan, por ahora voy a disfrutar cada uno hasta el final. El día que me tenga que ir me iré por la puerta grande, como entré", aseguró Iago Aspas recordando su debut en Balaídos con dos goles ante el Alavés salvando al Celta de un posible descenso a Segunda B en junio de 2009.

Ahora, 15 años después, el mejor jugador de la historia del club deshoja la margarita de su renovación. Por ahora ha decidido aplazar su continuidad hasta que el curso esté más avanzado.