Desestimado el recurso de Hugo Mallo por su condena de abuso sexual: creen a la víctima
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Consideraron la versión de Hugo Mallo como contradictoria
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No mostró su arrepentimiento y se quejó de no tenerse en cuenta la versión del portero Rubén Blanco
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Hugo Mallo no tiene escapatoria después de ser condenado por abuso sexual el pasado mes de septiembre por meter mano a la mujer que se disfrazaba de la mascota del Espanyol. El exdefensor del Celta de Vigo interpuso un recurso de apelación contra el castigo, pero finalmente la Sección Octava de la Audiencia Provincial de Barcelona lo ha desestimado.
En un tribunal formado por tres hombres y tres mujeres, se ha tomado la decisión por unanimidad de que creen completamente en la versión que testificó Carme Coma, la mujer que estaba detrás de la periquita durante el saludo de manos del Espanyol-Celta del pasado 24 de abril de 2019: "Se ha alcanzado plena convicción de que los hechos sucedieron tal y como los relató la víctima", explica la resolución según pudo saber Diario As.
Según se relatan los hechos, Hugo Mallo como capitán era el que estaba más cerca de la mascota femenina del conjunto perico, tocándole los pechos sin mediar algún tipo de consentimiento y que años más tarde termino confesando para buscar justicia contra Hugo Mallo.
Una resolución que obtuvo del magistrado Salvador Roig Tejedor, tras el juicio oral que se llevó a cabo el 11 de julio en Ciutat de la Justicia en Barcelona, donde concluyó que la intención del futbolista era "satisfacer su ánimo libidinoso y menoscabar la intimidad sexual de la misma".
Los recursos de Hugo Mallo caen en saco roto
Es por ello que la Audiencia Provincial ha revocado de pleno la presunción de inocencia a la que buscaba ampararse Mallo y ha aceptado el tribunal "en su integridad el relato de los hechos probados". Todo ello basado en las declaraciones de la víctima junto con las pruebas audiovisuales en el momento del abuso, incluso considerando el testimonio del exjugador del Celta como "contradictorio".
Hugo Mallo presentó una queja al no tenerse en cuenta las declaraciones del portero Rubén Blanco al testificar que él no vio nada, pero tampoco lo consideraron suficiente al no haber pruebas más allá de su palabra.
Es por ello que se mantiene la condena al futbolista tipificado en el Código que era vigente en aquel momento previo a la ley del "sí es sí", lo que le salvó de un castigo aún peor. El Juzgado le penó con una sanción económica de 24 meses que alcanzaba los 7.000 euros, además de pagar los costes del caso para la víctima. Aunque tuvo la oportunidad de reducirla, el hecho de que no declarase su arrepentimiento hace que tenga que cumplir a rajatabla la sentencia del pasado mes de septiembre.