El pasado martes, el Liverpool consiguió una de las grandes gestas futbolísticas de la Champions League con su 4-0 ante el FC Barcelona. Una remontada lograda gracias al gol de Origi en los últimos minutos de partido gracias al saque rápido de córner de Alexander-Arnold, que cogió despistada a la defensa culé.
Mucho se ha hablado de esa jugada y de los méritos y deméritos de unos y de otros. Los futbolistas azulgranas han sido muy criticados por esa falta de concentración dentro de un partido en el que ya habían encajado otras tres dianas cuando la eliminatoria parecía sentenciada por el 3-0 del Camp Nou.
Por su parte, el Liverpool también tiene sus particulares héroes. Al margen de Origi y Alexander-Arnold, también ha tenido su cuota de protagonismo el recogepelotas que le dio el balón rápido al lateral inglés. Oakley Cannonier, de 14 años, ha sido invitado incluso a la final de la Champions League en Madrid en la que su equipo se enfrentará al Tottenham por el exjugador 'red' Graeme Souness.
Sin embargo, esta acción podría no haberse tratado de un hecho aislado. Según Telegraph, los jugadores del Liverpool tendrían presente la 'costumbre' de los culés de protestar al árbitro al pararse las acciones.
Aunque en esta jugada no hubo protestas, lo cierto es que permitió que los recogepelotas 'reds', como Cannonier, estuvieran atentos a la hora de soltar el balón y permitir un saque casi al momento, como sucedió en ese ya histórico tanto para los de Anfield.