Tras un inicio insuficiente en el campeonato italiano, aliviado por un agónico empate ante el Atlético de Madrid en la primera jornada de la Liga de Campeones, el Lazio se impuso este miércoles al Celtic tras una remontada en un igualado partido (1-2) en Glasgow que decidió el español Pedro Rodríguez con un testarazo en el último suspiro de un duelo clave que coloca al equipo romano segundo del Grupo E, que completan Atlético de Madrid, primero, y Feyenoord, tercero.
Aunque resiliente en una complicada salida europea, invicto en su retorno a la máxima competición europea tras tres años ausente y por primera vez vencedor en su enfrentamiento particular ante los escoceses, el combinado romano que dirige el italiano Maurizio Sarri volvió a dejar por momentos sensaciones encontradas después de haber encajado primero, de luego haber dominado durante varios tramos del partido y de volver a sufrir en los minutos finales, en los que antes de la aparición estelar del atacante canario, que entró en el 84, llegó incluso a encajar un gol, anulado por posición antirreglamentaria del hondureño Luis Palma.
Ya en el minuto 12, abrumado por la potente salida de un Celtic que voló en los primeros compases de la mano del Celtic Park, el Lazio vio cómo un partido necesario para acceder los octavos de final se le puso cuesta arriba. Una gran combinación de los católicos que acabó con una asistencia de lujo de O'Riley, que aprovechó la mala transición defensiva visitante, que aprovechó Furuhasi para superar a Provedel.
El gol zarandeó a los 'biancocelesti', que con el paso de los minutos y ya habituados al ambiente hostil que les recibió en Glasgow empezaron a carburar y a someter poco a poco a los locales mediante la posesión, orquestada siempre por el recién renovado Luis Alberto, faro y guía indudable de los de Sarri.
De sus pies nacieron las mejores ocasiones de los italianos, como un pase filtrado a Immobile entre toda la defensa que acabó frustrado por una parada de Joe Hart. Pero el dominio y la presión transalpina no tardó en dar resultado, y solo quince minutos después de haber encajado consiguió el empate.
Fue el uruguayo Matías Vecino, que junto a Luis Alberto está siendo de lo mejor de un Lazio ineficaz que necesitó de una aislada segunda jugada en un saque de esquina para encontrarse con el gol, el que remató desde dentro del área para superar a Hart y dar tranquilidad a Sarri, masticando chicle nervioso en el banquillo, sabedor de que el partido, pese al empate, no le estaba convenciendo.
De hecho, tras el descanso, fue poco a poco el Celtic el que tomó los mandos, un dominio que fue haciéndose más evidente tras el cambio de Luis Alberto, visiblemente molesto por irse al banquillo. Sentó Sarri también a Immobile, peleado con el gol, y dio entrada al 'Taty' Castellanos para pelearse con los centrales del combinado escocés en los compases finales.
Fue siempre el Celtic el que tuvo las ocasiones más claras. Un lanzamiento de falta de Hatate que exigió a Provedel y un gol del hondureño Luis Palma que fue anulado. El Lazio no exhibió esa versión que la pasada campaña le llevó a ser segundo en la tabla, pero supo tirar de oficio para una victoria agónica con un remate de cabeza perfecto de Pedro, colocado sutilmente al palo largo aprovechando el centro medido de Guendozi el que alivió la situación complicada del Lazio y mandó un mensaje al resto de su grupo.