Inter de Milán y Arsenal llegaban a su duelo en San Siro igualados a siete puntos en la clasificación de la Champions League y los italianos fueron los que pudieron dar un golpe sobre la mesa para mantenerse entre los ocho clasificados para octavos. El 1-0 no gustó nada a Mikel Arteta, que se quejó de la diferencia de criterio de István Kovács para señalar un penalti por mano de Mikel Merino y no otro a favor en el que Sommer se llevó por delante al internacional español.
El único tanto del encuentro llegó en el descuento de la primera mitad, cuando Hakan Çalhanoglu transformó una pena máxima para el único tanto que campearía en el marcador. La acción llegó por una mano del ex de la Real Sociedad dentro del área al ir a la acción con el brazo separado y el turco no perdonaría.
Inter got a penalty for a handball by Mikel Merino from extremely close range, and were controversially denied a penalty when Merino was PUNCHED in the head by Yann Sommer... 😮 pic.twitter.com/9aXxZWLrMX
— The Sun Football ⚽ (@TheSunFootball) November 6, 2024
Sin embargo, Mikel Arteta se quejó de la diferencia de criterios para no pitar un penalti a favor del Arsenal antes de esa acción. Yann Sommer se llevó por delante a Mikel Merino en una jugada en la que el centrocampista español ya había rematado fuera pero ni Kovács ni el VAR entendieron que fuera pena máxima.
Tras el partido, Arteta seguía sin explicarse los motivos para pitar una acción y no la otra: "Siento que nos trataron muy duramente esta noche. En este sentido es obvio. Especialmente, si tú vas a dar esa mano de Merino… la otra tiene que ser 100% penalti".
"No lo entiendo. Mikel no puede reaccionar porque la pelota está muy cerca. Pues vale, ellos decidieron que era penalti. Pero si eso es penalti, la otra jugada en la que Mikel Merino es golpeado en la cabeza, tiene que serlo. Estos márgenes en este juego son difíciles de aceptar", finalizó el técnico vasco.
El Inter de Milán mantuvo este miércoles su condición de invicto en la Champions con una victoria pírrica (1-0) y aprovechando el penalti por mano cometido por el español Mikel Merino, condena excesiva para un Arsenal ineficaz en su esfuerzo por derribar el muro italiano en San Siro, especialmente en los minutos finales, en los que no paró de toparse con la defensa 'nerazzurra' para sucumbir por primera vez en Europa esta campaña.
Se dieron cita en el legendario San Siro dos de los equipos más en forma del fútbol europeo. Llegaron al partido invictos, ambos con un empate y dos victorias en el bolsillo. Sin haber encajado gol en las tres primeras jornadas. Y con el recuerdo de su último enfrentamiento oficial, allá por 2003. Un 1-5 histórico, amargo para el Inter y reconfortante para los 'Gunners'.
Fue un duelo intenso, con dominio repartido por momentos y que cualquiera pudo llevarse, pero en el que el Arsenal tuvo más control. El empate, quizá, hubiera sido lo más justo, pero el descuido de Mikel Merino en la primera mitad, un brazo demasiado abierto para defender un centro lateral, acabó siendo suficiente para que los italianos se tomaran su 'vendetta' personal y se mantuvieran invictos en la Champions.