Era una noche para soñar y el Girona lo hizo, en parte. Los albirrojos plantaron cara al Liverpool, líder de la clasificación, lo trataron de tú a tú, pero el punto de penalti, previa revisión del VAR, terminó dictaminando una pena máxima que ejecutaría Salah y decretaría la derrota. Una derrota que los deja virtualmente fuera de la competición europea.
El Girona solo puede llegar a los nueve puntos, donde estará probablemente el corte para la clasificación, si ganan en San Siro ante el Milan y en casa ante el Arsenal. Una tarea que parece imposible.
Fue una primera mitad de intensidad en Montilivi. A la altura de una noche de Champions en la que Gazanigga y Alisson fueron los grandes protagonistas con sus paradas para mantener la igualdad en el marcador.
La primera ocasión fue de Robertson desde la derecha para Joe Gomez, que obligó a lucirse al meta albirrojo, y poco después fue Salah, que con una picadita le obligó a intervenir de nuevo.
A partir de ahí llegó la reacción del Girona. Los albirrojos disfrutaron de una triple ocasión en apenas seis minutos. La primera llegó en el 10', en una gran contra iniciada por Bryan Gil, que cedió para Miguel Gutiérrez corriera por la izquierda y centrara a Blind. El neerlandés no llegó bien y el rechace cayó a Francés, que busca el disparo, pero se encontró con la intervención de Alisson.
Tres después, Bryan Gil recibió un balón a la espalda del Liverpool y controló para plantarse ante Alisson, pero se resbaló justo antes de buscar el tiro. La posición de salida parecía adelantado, pero el colegiado no pitó nada.
Y ya en el 16', llegó la otra clarísima del Girona. Miguel centra y el balón termina cayéndole otra vez. El lateral busca el disparo y aparece Alisson con una mano para evitar el tanto albirrojo. El rechace cae de nuevo a Bryan Gil, pero su disparo se marcha por arriba de la portería.
Poco después respondió el Liverpool, con una ocasión de Darwin, que buscó el disparo al palo largo, pero metió el pie Gazzaniga para desviar el esférico.
El Girona no bajó el ritmo y encontró una nueva ocasión, sino la más clarísima, en un disparo de Asprilla desde fuera del área. Un zurdazo que obligó a volar al meta del Liverpool porque el disparo iba buscando la escuadra.
Tras el paso por vestuarios, Gazzaniga volvió a lucirse a un disparo de Robertson, pero de poco sirvió porque en esa misma jugada Van de Beek le pisó el tobillo a Luis Díaz dentro del área, quitándole la bota, y el colegiado terminó pitando penalti. En la pena máxima, Salah no falló.
Le comenzó a pesar al Girona salir con el balón ante la presión alta del Liverpool. El ritmo comenzó a decaer y a los albirrojos les costaba llegar a la portería rival. Tampoco los reds, que dominaba pero que no consiguió llegar de nuevo con peligro a la meta de Gazzaniga.