El PSG salvó los muebles en Champions ganando al Salzburgo cogiendo oxígeno para no caer eliminado en la primera ronda. Un examen que pasó Luis Enrique, que se veía más fuera que dentro para continuar con el proyecto parisino esta temporada.
Sorprendidos por el mensaje pesimista del técnico asturiano en sala de prensa, las especulaciones de que podría ser despedido antes de que terminase el año es un debate que Al Khelaifi, presidente del Paris Saint-Germain, ha cerrado completamente.
El catarí apareció en zona mixta tras acabar el partido y decidió atender a los micrófonos, algo atípico en él. Lejos de sembrar dudas acerca de la continuidad de Luis Enrique, solo quiso reflejar a todo el mundo la gran confianza que tiene en que él sea quien siga liderando el equipo: "Tenemos al mejor entrenador del mundo y un proyecto a largo plazo con él al frente. Es un muy buen entrenador", aseguró antes de que hablase Lucho.
El PSG venció 0-3 con goles de Gonçalo Ramos, Nuno Mendes y Désire Doué, un resultado redondo para alejar fantasmas: "Fue un partido muy importante, decisivo. La victoria fue crucial para continuar en la Liga de Campeones. Jugamos bien, anotamos, y esto nos dará mucha confianza para el futuro", explicó.
Con siete puntos, el PSG aún no puede decir que está clasificado para los play off. Todavía no depende de sí mismo y en el horizonte tiene los partidos contra el Manchester City en el Parque de los Príncipes y visitar al Stuttgart. Dos "finales" que aseguró Al Khelaifi que "todos lo saben".
Aún así, el presidente valoró el triunfo de Champions como un posible punto de inflexión para reengancharse a la pelea por todos los títulos en juego: "Este partido da esperanza a todos. Necesitamos continuar en la liga. En el fútbol, si no anotas, es difícil. Pero siempre he estado confiado".
De momento Luis Enrique no sale de la diana por mucho que la directiva aún no le haya sentenciado. Caer en primera ronda sería una catástrofe tremenda, por lo que deberá mejor mucho el equipo si no quiere que Guardiola le sepulte.