El Real Madrid consiguió llevar el derbi ante el Atlético de Madrid al descanso con 1-1 en el marcador igualando así el tanto inicial de Samuel Lino para los locales. Lo hizo gracias a un gol de Jan Oblak en su propia portería después de una falta botada por Luka Modric. Un tanto que celebró efusivamente Vinicius, de nuevo protagonista, con gestos hacia la grada del Metropolitano, siguiendo la línea de sus protestas a Cuadra Fernández.
En apenas unos minutos, Vini estalló después de un partido que arrancó de forma tranquila después de haber sufrido de nuevo insultos racistas en la previa del partido. Como en el último derbi que jugó en el Metropolitano, el brasileño recibió los ataques por su color de piel por parte de un grupo de aficionados rojiblancos.
Vinicius ya era protagonista en la previa y tardó en serlo dentro del campo, donde tuvo una ocasión a puerta vacía en el rechace de un disparo al larguero de Bellingham. Sin suerte con la pelota, comenzó a desquiciarse después de una acción en la que no señaló nada el colegiado cuando Witsel le robó la pelota.
El brasileño protestó delante de Cuadra Fernández de forma airada y esto le costó la tarjeta amarilla. Primero fue Nacho el que intentó evitar la tarjeta para el '7' madridista sin premio y después se lo terminaría llevando Eduardo Camavinga.
Después llegaría el gol de Jan Oblak en su propia portería, después de que Antonio Rüdiger intentase llegar al balón de Luka Modric y el esloveno perdiese la batalla en el salto. Mientras el resto de sus compañeros corrían con la pelota al centro del campo para sacar de nuevo, Vinicius se encaró con la grada entre gritos y gestos hacia ellos calentando aún más el encuentro.