Cuando un chaval llamado Lionel Messi iba a debutar con el primer equipo del Barça el 16 de noviembre de 2003, a su lado también le acompañaba en el sueño Oriol Riera (Vic, Barcelona; 1986), hoy entrenador del CD Estepona, rival del Málaga CF en Copa del Rey. En la inauguración del Estádio do Dragão ante el Oporto de Mourinho, aquellos dos adolescentes de 16 y 17 años saltaron al campo juntos en el minuto 75. Aunque su estreno en partido oficial se dio ese mismo año, precisamente en Copa del Rey, sustituyendo a un exmalaguista como Saviola.
Veintiún años después, con una carrera de más de cien partidos en Primera, algunos en La Rosaleda, Riera hace carrera en los banquillos de Segunda RFEF. Hablamos con el 'Shevchenko de Vic', como lo bautizaron en sus inicios por su semejanza con el mítico delantero ucraniano.
- Eliminatoria contra el Málaga en un bonito derbi provincial. ¿Cómo llega su equipo?
Lo afrontamos con muchas ganas. Llegamos bien para poder competir en Copa. El equipo ha ido mejorando poco a poco. Aún debe mejorar mucho. Estar siete jornadas sin perder no es nada fácil. El Estepona tiene una identidad muy clara, pero el partido contra el Málaga es completamente diferente.
Al final, estamos hablando de dos categorías de diferencia, con lo que conlleva a nivel físico y a nivel técnico. Debemos intentar ser lo que nosotros somos en lo más fiel. Intentar dominar el partido con balón, condicionar al Málaga lo máximo posible. Estos partidos de Copa son para jugarlos y disfrutarlos y no para sufrirlos.
- ¿Cómo se enfoca lo emocional en una eliminatoria de Copa?
No es un partido para tener a los jugadores sobreexcitados. Yo creo que a nivel emocional es para darles tranquilidad y confianza. Ellos saben que es un partido para disfrutar y quieren jugarlo, pero a la vez tienen ese miedo de jugar contra un equipo de superior categoría, de ver si son capaces.
En esos tipos de partidos, que además como jugador he tenido la fortuna de poder jugarlos, tienes que ser tú, jugar sin miedo, dar el máximo a nivel de concentración y para nada tener ese miedo de decir a ver qué pasa si la pierdo. Tolerar el error y darlo como algo que va a pasar seguro, porque estás jugando contra un equipo superior, te puede llevar a hacer mejores partidos.
- ¿Qué significaría para usted eliminar al Málaga, si ocurre?
Bueno, ya lo dije el año pasado en el Tudelano, cuando eliminé al Recre y cuando estuvimos a punto de eliminar a Las Palmas también. Para nosotros significa ponernos en el mapa, poder decir: aquí estamos. Mostrar lo que estamos haciendo en unas categorías donde todo es muy complicado, donde no tenemos campo aún acabado para entrenar y para jugar. Está siendo muy complicado y poder mostrarse y decir que estamos aquí, ya no para mí sino para los jugadores.
- ¿Cómo de estudiado tiene al Málaga? ¿Qué le llama más la atención del equipo de Sergio Pellicer?
Le hemos visto y es un equipo muy dinámico, muy cambiante a nivel jugadores. Yo creo que está a un nivel altísimo. Con jugadores jóvenes que tienen muchas ganas de ir hacia adelante. La verdad es que se ve mucha hambre en ese equipo, está bien trabajado. Una parte del cuerpo técnico lo conozco.
Así que bueno, yo creo que nos espera un partido bonito donde a los dos equipos les gusta tener balón. Por categoría la tendrían que tener ellos. Pero bueno, vamos a intentarlo nosotros también. Esperemos que disfrutemos de ese partido con la afición de Estepona.
Yo creo que el Málaga y nosotros nos parecemos mucho en que no tenemos un once fijo. Tenemos muchos jugadores titulares. Jugadores que ahora mismo están en el banquillo pasan a ser titulares. Y lo llevamos demostrando en estas primeras jornadas. Así que jugarán los que estén mejor físicamente.
- Se espera una gran peregrinación de aficionados a La Línea.
Eso han dicho. Unas 2.000 entradas se han vendido para la gente de Estepona. No sé cuánto han vendido también los del Málaga. Pero bueno, para nosotros la verdadera pena es no jugarlo en casa, no tener el campo a punto. Lo estamos deseando ya no para Copa, sino para la liga también. Es importantísimo porque no es lo mismo jugar en tu casa que jugar en el campo de La Línea, que al final es un campo neutral donde todos jugamos como visitantes. Aun así, intentaremos aprovecharlo. A ver si les podemos dar un buen espectáculo.
"Para nosotros, eliminar al Málaga significa ponernos en el mapa, poder decir: aquí estamos"
- Sus recuerdos de la Copa son bonitos. Debutó en partido oficial con el Barça de Rijkaard en 2003 ante el Ciudad de Murcia sustituyendo a Saviola.
A lo mejor la importancia que le doy a la Copa actualmente viene de aquel debut, aunque el recuerdo es vago, pero sí que está ahí. Para mí Saviola era un jugador pequeñito, pero lo veía como un gigante. Fíjate a nivel mental la situación de estrés que uno vive. Porque al final yo era mucho más alto y grande que él y lo veía como un auténtico gigante.
Siempre me he tomado la Copa del Rey muy en serio por lo que te da, porque te suele quitar muy poco, pero te puede dar mucho. Si te lo tomas en serio pues muchas veces pasan cosas que la gente no se explica.
"Para mí son dos perfiles antagónicos de los que he aprendido mucho. Yo me considero un gestor de grupo. Me gusta ser próximo, directo. Creo que al jugador le viene muy bien saber exactamente lo que uno busca de cada uno a nivel humano, personal y futbolístico. Y a partir de ahí intentar sacar el máximo rendimiento a lo que tienes. A nosotros nos gustaría tener equipos con perfiles ideales, pero somos entrenadores de personas, de diferentes perfiles".
"Muchas veces no tienes lo que tú desearías en el perfil del jugador. Intentas mejorar que lo que tengas. Así que me considero un gestor de un grupo que intento mejorarlo y sea más competitivo cada día. Me gusta tener balón y dominar partidos. Para mí eso es muy importante. Al final uno con el tiempo va cambiando y se va adaptando. Yo le doy mucha importancia a ser ese gestor de personas, a ser próximo al jugador. Al final estamos entrenando personas y no muchas veces mercancías".
Oriol Riera debutó en La Rosaleda en 2013 con el Osasuna entrenado por Javi Gracia y ganaron el partido con un gol suyo (0-1). Recuerda el impacto del ambiente del estadio del Málaga. "Era mi primer año en Primera con Osasuna. Era en la jornada 8. Vienes de segunda, con campos más pequeños, y el hecho de estar antes del partido ya con el himno, a punto de empezar, tocarte los ojos y decir: aquí no hace falta que te motives, esto te motiva solo. Esa sensación que yo no había vivido en La Rosalera fue de las primeras veces que yo lo pude ver".
En el partido de su debut con el primer equipo del Barça, Oriol era uno de los cuatro del juvenil A convocado por Frank Rijkaard para el amistoso contra el Oporto que acabaron perdiendo 2-0. Eran Jordi Gómez (18 años), Xavi Ginard (17), Leo Messi (16) y el propio Oriol (17).
"Fue un año que nos subieron y empezamos a ir prácticamente juntos. Porque en Navidad ya nos subieron a entrenar con el filial, yo con 17, él con 16 años. Llegaba el fin de semana y no sabíamos si jugaríamos con el Barça B, el Barça C o con el juvenil. Así que prácticamente íbamos juntos de un lado a otro".
"Cogíamos un tren e íbamos a Valencia, por ejemplo, porque en vez de ir con el filial se iba con el juvenil. Fue un año de mucha subida y bajada, pero prácticamente juntos, pretemporada con el Barça juntos. Fue un año y medio, casi dos años intensos, de compartir habitación. Luego él ya despegó y yo me quedé. Pero sí que es cierto que fue eso, un año y medio compartiendo habitación y todos de un lado a otro juntos porque consideraban la situación del pack que siempre viajábamos juntos".
Oriol Riera cuenta cómo vivieron el debut Messi y él: "Nos dimos un abrazo"