El Valencia CF juega esta noche ante la SD Ejea, el partido correspondiente a la segunda ronda de la Copa del Rey, un trámite que se convierte en inoportuno por el calendario y molesto por la situación deportiva del club. Con el conjunto de Mestalla de nuevo, plagado de bajas aunque regresa Rafa Mir, y ocupando la penúltima posición de la clasificación en LaLiga, nadie piensa demasiado en Valencia en la competición del KO. Pero el calendario está así, y tampoco nadie concebiría que esté Valencia tocado, quedar apeado de la otra hora competición de la Esperanza por un conjunto de inferior categoría (21 horas Teledeporte).
Con esa amalgama de sentimientos, afronta el Valencia, un viaje incómodo, aunque se va en avión, ante un rival más correoso que el Parla de primera ronda y que está, eso sí, ante el partido de sus vidas. Por tanto, luz de alarma encendida , cualquier precaución es poca, y el Valencia debe afrontar esta eliminatoria con la intención de eliminar a los aragoneses con el menor esfuerzo posible. Esto es, utilizando pocos jugadores del once de gala y, por supuesto, rezando para que no se lesione ningún futbolista más.
Dada la diferencia de categoría, se espera que Rubén Baraja, apueste por un once titular plagado de canteranos ( como máximo cuatro) y futbolistas menos habituales del primer equipo. Lo normal, es que el Tecnico regrese al 1-4-4-2 y que el equipo inicial se parezca muy mucho al que ya formó ante el Parla escuela hace una semana.
Por líneas, Stole Dimitrievski regresará a la portería; delante de él formará una línea de cuatro con Jesús Vázquez e Isma Santana, en los costados, Iker Córdoba y Yarek en el centro de la zaga. Hugo Guillamon y André Almeida podrían formar el doble pivote, dejando los costados para Fran Pérez y Germán Valera. Arriba Sergi C. Tenés y Dani Gomez apuntan a ser la pareja de ataque. Rafa Mir quedará para la segunda parte tras tres meses alejado de los terrenos de juego.
Sobre el papel, los nombres ya escritos, deben ser suficientes para doblegar a un rival que tendrá en el césped artificial, la niebla y su parroquia, las mejores armas para combatir a todo un equipo de primera división, como es el Valencia. Eso sí, mal harán los Valencianistas se olvidan el lema de la competición (la copa mola) porque eso significará que pueden pagar caro, un exceso de confianza, cuando, lo dicho, la meta es clasificarse para Dieciseisavos de final de la Copa del Rey, (se disputarán el 4 y 5 de enero de 2025) gastando el mínimo de energías y arriesgando el mínimo número de futbolistas útiles para la verdadera empresa de Baraja y de sus jugadores, que no es otra que salir de los puestos de descenso en LaLiga.