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Deportivo
0-3
Mirandés

El Mirandés se exhibe en Riazor

Imagen del partido. Foto: Fernando Fernández.
Martín Castiñeira

No jugaba al despiste Víctor Sánchez del Amo en el entrenamiento previo. El once que ensayó fue el que arrancó de inicio ante el Mirandés, que se plantó en A Coruña con su sistema habitual (3-3-1-3) y sin ningún complejo, como ya había hecho en La Rosaleda. Desde el primer minuto, el conjunto de Carlos Terrazas buscó presionar arriba y forzar al Deportivo a jugar en largo sobre Oriol Riera, que estuvo bien pero también muy aislado. 

 
Pese a reforzar el medio centrando la posición de Jonás, que acompañó a Juan Domínguez y Mosquera, no logró el cuadro herculino imponerse en la parcela ancha y eso hizo que su posesión fuera escasa y, sobre todo, muy interrumpida. Solo durante cinco minutos, alrededor de la media hora de juego, lograron los locales generar varias llegadas con desbordes por las bandas, pero nunca hubo remates claros.
Por su parte, el Mirandés tampoco ponía en aprietos a Manu pero sí lograba llevar el balón cerca de su área con facilidad. Fue ahí donde apareció Róber, el mejor coruñés en la primera parte, para cortar varias acciones peligrosas poco antes de que Provencio diera la sorpresa: enganchó un gran derechazo cruzado desde la frontal que botó en el punto de penalti y se coló por el palo diestro de Manu.
Como es lógico, a Víctor no le gustaba lo que estaba viendo y tomó medidas en el descanso: dentro Álex y Luis Alberto por Juan Domínguez y Cardoso. El cambio pareció funcionar de inicio, pues el Dépor dominó los primeros cinco minutos y logró posicionarse en campo contrario, pero en el 55' llegó el mazazo. Abdón, con un balón parado colgado desde la derecha que no tocó nadie, sorprendió a Manu y puso el 0-2.
A 35 minutos para el final, el Deportivo necesitaba tres goles y para ello se encomendó a Lucas. El '7', que ingresó por un desacertado Jonás, se situó en punta junto a Oriol, pero tampoco con él llegó la mejoría. Es más, antes de que pudiera tener influencia alguna en el juego, llegó la sentencia. Provencio, en una jugada muy parecida a la del primer gol, la clavó en la escuadra y selló el pase de los suyos.
Desde entonces, 20 minutos de impotencia para el Dépor, que solo rozó el gol con un lanzamiento de Álex a la cruceta y terminó una noche nefasta en la que se vio claramente superado por el Mirandés en todas las fases del juego. Por primera vez en su mandato, Víctor Sánchez del Amo encadena dos derrotas consecutivas en partido oficial y cae de esta forma eliminado de una competición en la que tenía puestas muchas esperanzas. A centrarse en la Liga.
 
 

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