El Deportivo afrontaba el duelo contra el Betis en Riazor con la necesidad de sumar los tres puntos en el estreno de Clarence Seedorf. La situación clasificatoria apuraba y mucho, pero el cuadro coruñés no se mostró ni mucho menos convincente y acabó sucumbiendo ante un rival al ralentí.
El choque arrancó con dominio alterno. El Betis intentó gestionar la posesión de la pelota y el Dépor optó jugar en largo, buscando a Florin Andone. A la zaga verdiblanca le costó jugar fluido desde atrás, situación que aprovechó un entonado Bakkali en el perfil izquierdo.
Las dos primeras oportunidades serían herculinas: un córner muy cerrado, ejecutado por Fede Valverde, que Adán no consiguió despejar y un gran disparo de Bakkali que rozó en el palo izquierdo de la meta defendida por el equipo visitante.
Sin embargo, pronto llegaría el primer infortunio para el cuadro coruñés. Valverde tendría que retirarse del partido aquejado de problemas musculares y su plaza la ocuparía Celso Borges. Malas noticias para el charrúa y también para Seedorf, que confiaba en el empuje del charrúa en el centro del campo.
La lesión de Valverde trastocó los planes del Deportivo
A posteriori, la sustitución no sentó bien al cuadro herculino. A Krohn-Dehli se le vio superado por el ritmo del partido, Borges fue una marcha por detrás que el Betis, a Juanfran le costó perseguir a Joaquín y los dos centrales se sintieron incómodos en todo momento. Lejos de mostrarse sólido atrás, el equipo enseñó las mismas carencias.
Las oportunidades más claras para el Deportivo continuaron llegando a balón parado. Los envíos colgados al corazón del área visitante sembraron el miedo en la defensa bética, que no consiguió dar un paso al frente en este aspecto con el paso de los minutos. Tampoco los hombres de Seedorf se mostraron mínimamente sobrios sin la pelota.
Al descanso se llegó con el 0-0 en el marcador y la sensación de que solo el desacierto en los últimos momentos había privado a los dos equipos de haber desnivelado la balanza en medio de tanto caos.
El segundo tiempo se inició en la misma línea, con el Betis manejando el esférico y el Deportivo muy incómodo. Y el error verdiblanco no tardó en llegar: un calamitoso error de la zaga deportivista facilitó el remate de Loren en el corazón del área con la complacencia de la defensa.
El conjunto coruñés le puso todo el empeño del mundo para intentar acortar distancias, más con anarquía que con claridad e ideas. En esa tesitura, Andone remataría a la madera un balón filtrado al espacio y Adrián tuvo una buena oportunidad a balón parada que remató desviado. La suerte no acompañó.
A la desesperada, el Deportivo intentó acabar el partido en el área rival, pero no logró trasladar al marcador sus opciones ofensivas. La autoestima cae, los puntos no llegan y el liderazgo del nuevo entrenador se quedó en palabras, no en hechos. La Segunda, cada vez más cerca.
Todos los resultados en resultados.eldesmarque.com