El Deportivo pretende convertir Riazor en un fortín y la visita de un Granada al alza se antojaba el partido perfecto para dar un nuevo paso al frente en casa, olvidando cuanto antes la derrota sufrida contra el Alcorcón en Santo Domingo. El choque exigía saber madurarlo y el equipo supo hacerlo, liquidando la contienda con dos goles de Quique González anotados en el transcurso de la segunda mitad. Montoro sembró la duda en el tiempo de descuento recortando diferencias pero los tres puntos no peligraron.
Natxo González prescindió de Fede Cartabia en el inicio, otorgándole la responsabilidad goleadora tanto a Quique González como Carlos Fernández. El vallisoletano, Saúl García, Carles Gil y Pedro Mosquera reemplazaron a Fede, Caballo, Pedro Sánchez y Álex Bergantiños en el once titular.
En el arranque del duelo, el Dépor trató de llevar la iniciativa con balón ante un rival bien plantado. El Granada juntó sus líneas para protegerse del juego interior blanquiazul. Pablo Marí, solvente en el golpeo en largo, ayudó en la construcción. Un preciso envío suyo a la espalda de la defensa sirvió para generar la que sería la primera ocasión del partido, un remate manso de Carles Gil a las manos de Rui Silva.
Saúl cuajó un gran partido en su estreno esta temporada
Transcurridos 15 minutos, el cuadro coruñés se acercó de nuevo merced a un disparo de Carlos Fernández sin excesiva precisión. El duelo se mantenía equilibrado, como se preveía en el inicio. El Granada no arriesgaba ni un ápice y el Dépor insistía en su dominio.
La mejor oportunidad del primer tiempo llevó la firma de Quique González. Tras una gran combinación entre Vicente y Saúl, la pelota llegó al pichichi del Dépor previo remate de Carlos. Quique, con Rui Silva ya batido, conectó un remate defectuoso que se topó con la cara exterior del poste.
En el camino herculino se cruzó otro inconveniente, la pasividad de Moreno Aragón. El colegiado granadino del comité madrileño desquició a futbolistas y aficionados con su permisividad, por momentos difícil de comprender.
Al descanso se llegó con un Dépor solvente y proactivo pero al mismo tiempo falto de picante en los últimos metros.
El segundo tiempo se inició con un guion distinto: el Granada dio un paso al frente y comenzó a incomodar a la zaga blanquiazul. Los nazaríes se mostraron en campo contrario gracias al buen hacer de Vadillo, reubicado en el sector izquierdo del ataque.
Tan solo una especie de ruleta de Carlos Fernández mal definida dentro del área alteró el transcurrir de un choque atascado. A Natxo González no le gustaba lo que veía y quiso darle un giro con la entrada de Edu Expósito en la plaza un desacertado Didier Moreno.
En el minuto 68 llegó la explosión de alegría para la parroquia coruñesa. En una jugada aislada, Álex Martínez cometió un error inocente al derribar a David Simón en el interior del área. Quique agarró la pelota y convirtió el lanzamiento desde el punto de penalti, batiendo a Rui Silva con un golpeo firme y ajustado al palo derecho.
Quique, autor de dos goles, protagonista
Cuando el Granada trataba de desperezarse, el Dépor le pegó un segundo hachazo al partido. El punta, con la moral por las nubes, anotó el gol de la tranquilidad aprovechando una gran acción de Edu Expósito. El centrocampista catalán recuperó la pelota en campo rival, progresó por el sector derecho y encontró al 'killer' en el área. La maniobra de Quique, de primerísimo nivel, acabó con la pelota en el fondo de la red.
In extremis, Montoro recortó distancias marcando un gol de bella factura. El mediocentro del Granada batió a Dani Giménez a través de un libre directo ante el que nada pudo hacer el meta vigués del conjunto coruñés.
Sin tiempo para más, el Deportivo sumó su segunda victoria de la temporada en Riazor. Dos de dos. El municipal coruñés empieza a ser el fortín que todo la afición espera y desea.