La fecha decidida para su celebración (14 de noviembre) como consecuencia de las obras y actuaciones realizadas en las cubiertas del estadio de Riazor durante los últimos meses y el hecho de ser retransmitido por televisión en abierto condenaron al Teresa Herrera a la clandestinidad en su septuagésima tercera edición –la sexta en categoría femenina–. La escasa afluencia de aficionados al municipal coruñés marcó la disputa de los duelos entre Deportivo y Athletic Club, ambos resueltos a favor del equipo vasco.
El interesante choque entre el Dépor ABANCA, líder del Grupo I de la Segunda división femenina, y el Athletic Club, uno de los equipos punteros de LaLiga Santander Iberdrola, se disputó en un horario incómodo para el aficionado blanquiazul: las 18.15h de un miércoles laborable.
Esta circunstancia desencadenó que a la hora del pitido inicial apenas unos 400 seguidores ocupasen las gradas de un estadio prácticamente desierto. La afluencia se incrementaría hasta los 800 espectadores en la recta final del partido. Poco o nulo calor en las gradas para el cartel del trofeo.
A la finalización del Teresa Herrera femenino, el Dépor de Natxo González y el Athletic de Eduardo Berizzo midieron sus fuerzas bajo la mirada de unos 7.000 aficionados, siendo generosos.
400 espectadores siguieron in situ la VI edición del Teresa Hererra Femenino, la LXXIII edición del torneo masculino congregó a unos 7.000 deportivistas
Pese al buen hacer de ambos equipos sobre el terreno de juego, pues la contienda resultó pareja, disputada y atractiva, lo cierto es que la frialdad reinó durante y después del partido.
Las circunstancias negativas ajenas al cartel castigaron a un torneo que con el paso de los años continúa perdiendo atractivo. Atrás queda la época dorada de uno de los trofeos amistosos más prestigiosos del mundo.