Carlos Fernández, delantero del Deportivo, aprovecha las vacaciones de Navidad para ultimar su recuperación de la lesión de grado 1-2 en el bíceps femoral de su muslo izquierdo que lo ha mantenido fuera de los terrenos de juego en los tres últimos partidos ligueros disputados por el conjunto coruñés (Numancia, Real Zaragoza y Cádiz). El punta andaluz, que el próximo verano regresará a la disciplina del Sevilla FC tras pasar un año cedido en A Coruña, es un de los jugadores más desequilibrantes de la plantilla blanquiazul.
Carlos aúna una gran calidad técnica, un portentoso juego de espaldas a la portería y el poderío en el juego aéreo necesario para condicionar a las defensas rivales, tres cualidades únicas en el ataque del Deportivo. Por su comprensión del juego y su facilidad para asociarse, el internacional sub 21 es un futbolista fundamental en los planes de Natxo González.
Autor de siete goles hasta la fecha, todos ellos marcados en Riazor, Carlos se retiró lesionado del choque disputado por el Dépor contra el Rayo Majadahonda en el Cerro del Espino el pasado 2 de diciembre. Pese a que las primeras exploraciones hacían presagiar una lesión menor (sobrecarga), finalmente las pruebas médicas a las que fue sometido el delantero sevillano desvelaron la existencia de una lesión en el bíceps femoral.
Como anunció el conjunto coruñés, la mayor parte de la plantilla está citada en Abegondo el lunes 31 de diciembre a las 10.30 horas para retomar la actividad. Entre ellos, Carlos Fernández. Solo los jugadores no europeos (Christian Santos, Fede Cartabia, Didier Moreno y Sebastián Dubarbier) no tienen la obligación de regresar al trabajo el último día del año y dispondrán de una jornada más de descanso antes de su reincorporación, el día 2 a las 10:30 horas.
Se espera que desde el 31 de diciembre Carlos ya pueda reincorporarse al trabajo grupal y así, salvo contratiempo, sea incluido en la convocatoria herculina para recibir al CD Lugo en Riazor el día de Reyes.