De los últimos 10, menos de tres

2 minutos y 45 segundos. Ese es el tiempo total durante el cual la pelota estuvo en juego entre el minuto 85 y el 95 y 25 segundos, instante en el que finalizaría el empate a cero entre el Deportivo y el CD Lugo en Riazor en el choque correspondiente a la 20ª jornada de LaLiga 1|2|3.

Desde el minuto 85 hasta el 95 y 25 segundos en el que el colegiado del Dépor-Lugo, Ávalos Barrera, decreto el final del duelo –para sorpresa de todos los presentes en el municipal coruñés–, la pelota solo estuvo en juego durante 2 exiguos minutos y 45 segundos.

Si bien es cierto que el fútbol no es un deporte en el que el cronómetro se pare, la realidad es que el Lugo consiguió que durante el tiempo añadido el reloj corriese pero el esférico se mantuviese detenido.

Las dos cartulinas amarilla consecutivas mostradas a Dongou y su posterior expulsión, la amonestación a Juan Carlos por la pérdida deliberada de tiempo del meta del equipo lucense, un par de faltas inocentes de Quique González, la cartulina amarilla enseñada a Kravets por protestar y las presuntas molestias físicas de varios futbolistas visitantes acabaron trabando la continuidad en el juego y, al mismo tiempo, desquiciando a la grada.

El Lugo tiró de picaresca y Ávalos Barrera lo consintió.

Natxo González, sobre las pérdidas de tiempo del CD Lugo

"Sería igual aunque hubiéramos jugado dos días. Si hubiéramos jugado un minuto más, se hubiesen caído otros dos".

Alberto Monteagudo analiza la labor de Ávalos Barrera

"Creo que la segunda tarjeta de Jose Carlos no debe ser amarilla. Incluso el jugador del otro equipo reconoce que casi ni le toca. Hubo un balón frontal, que lo gana mi futbolista y nada más. En la primera de Dongou, en lugar de amarilla para él, tendría que haber sido roja para el del Deportivo, que desde el suelo levanta la pierna. La vara de medir ha sido un pelín justilla. Ya sabemos lo que pasa en estos campos...".