Los servicios médicos y el cuerpo técnico del Deportivo están pendientes de Carlos Fernández y de Pablo Marí para determinar si pueden entrar en los planes de su entrenador, Natxo González, en el encuentro del domingo con el Oviedo en el Carlos Tartiere.
Fernández, que ha sufrido dos recaídas de la lesión que se produjo en el bíceps femoral a principios de diciembre ante el Rayo Majadahonda, solo ha disputado dos partidos (37 minutos) desde entonces y no tiene presencia en el equipo desde el 27 de enero, cuando jugó 25 minutos ante el Sporting de Gijón (1-2).
El delantero cedido por el Sevilla se entrena desde la semana pasada con el grupo y todo apunta a que obtendrá el alta médica a tiempo para el partido con el Oviedo.
Más complicado se presenta el concurso de Pablo Marí, que esta semana se ha entrenado con el readaptador por molestias en los isquiotibiales. Si no se recupera a tiempo, su puesto en el once será, previsiblemente, para el italiano Michele Somma.
El Deportivo tiene la baja por sanción de Edu Expósito y, por lesión, la del danés Michael Krohn-Dehli.
Este viernes, el Deportivo se entrenó a puerta cerrada en el estadio Abanca-Riazor y repetirá en esas instalaciones en la última sesión de la semana antes de desplazarse a Asturias.
Natxo González dispuso varios ejercicios tácticos, incluido un partido en el que repartió constantes instrucciones desde la banda y en la parte final los blanquiazules repasaron las acciones a balón parado, según ha explicado el Deportivo.
El conjunto coruñés estará arropado por cerca de 2.800 aficionados en el encuentro del Carlos Tartiere.