Un fortín llamado Riazor

El cambio institucional vivido por el Deportivo en diciembre ha sentado de maravilla en el seno de la entidad, recuperando el foco en un proyecto que simplemente se olvidó de ganar, algo que en 2020 va camino de convertirse en una costumbre. Fernando Vázquez, artífice de la recuperación, ha sacado al equipo del hoyo y ha devuelto la esperanza a Riazor, que acumula cuatro victorias consecutivas.

Algo que no sucedía desde la temporada 2011/12, la del regreso a Primera División tras un curso de ensueño, el del récord de puntos de la plantilla dirigida por José Luis Oltra. En ese período de tiempo, el Dépor encarriló 13 victorias como local en A Coruña.

Desde el 30 de octubre al 6 de mayo nadie logró salir del estadio coruñés con una sonrisa, o sí lo consiguió el Real Valladolid parcialmente, protagonista de un empate (1-1) en la jornada 37. Girona, Celta, Almería, Numancia, Xerez, Villarreal, Cartagena, Barcelona B, Alcorcón, Alcoyano, Córdoba, Real Murcia y Elche perecieron en su intento.

De momento, de vuelta al 2020, el cuadro blanquiazul ya ocupa la posición decimoquinta, un giro brusco en los acontecimientos que legitima la persecución de cotas más altas. No obstante, el técnico de Castrofeito no anima ese tipo de discurso y sólo piensa en evitar sufrir a final de temporada.

Doce puntos seguidos en Riazor y siete goles, también a destacar después de varios ciclos de una sequía preocupante. Cuatro de ellos de Sabin Merino, llegado en el mercado de invierno, y otro de Emre Colak en su vuelta a Coruña. Una ciudad en la que Cádiz y Las Palmas, con aspiraciones de volver a LaLiga Santander, ya han sufrido la ira del nuevo Dépor.