El próximo lunes, 25 de mayo, se podrá ir a las playas de A Coruña a darse un chapuzón y a tomar el sol, pero no como se hizo toda la vida. Habrá restricciones. Normas inimaginables hasta hace un par de meses. La primera, la mascarilla.
Esta es una de las medidas que contempla el protocolo del Concello de A Coruña para la utilización de las diferentes playas urbanas de la ciudad de cara a su previsible apertura la próxima semana. Y es que al entrar en la fase 2 de la desescalada, se permitirá el baño en los arenales.
No es que la gente tenga que broncearse con el rostro cubierto. Ni ir a la playa sea como ir en bus. Si se guardan las distancias, permiten tenerla en la bolsa, siempre a mano por si se quiere pasear o charlar en grupo. Tenerla puesta o no tenerla dependerá de lo separados que estén los bañistas. Y el que no cumpla podrá ser denunciado. Porque habrá vigilancia.
La Policía Local y Protección Civil velarán para que no haya aglomeraciones y se cumplan las distancias de seguridad entre las personas. La mascarilla será obligatoria siempre y cuando no se guarden esas distancias.