Este lunes la provincia de A Coruña entra en la fase 2 de la desescalada. En principio, la problemática del uso de las playas no iba a producirse, al menos, hasta el 8 de junio, cuando la fase 3 de la desescalada contemplaba la apertura de las playas. Sin embargo, el Gobierno central decidió, finalmente, adelantar esta posibilidad hasta la fase 2, en la que Galicia entrará, con altas temperaturas.
Para ese acceso, el consejero de Sanidad, Jesús Vázquez, remite una carta al ministro de Sanidad, Salvador Illa, en la que pide que se puedan establecer dos aforos en las playas de la Comunidad en función de la bajamar y la pleamar.
La norma del Ministerio es que el aforo de los arenales se calculará en base a cuatro metros cuadrados por bañista, restando al arenal una franja de seis metros desde la línea de pleamar. Lo que ocurre es que las playas gallegas tienen enormes oscilaciones entre mareas altas y bajas, por lo que si solo se establece este criterio muchas quedarían casi inutilizables para el verano por parte de los usuarios.
La pasada semana, la Xunta proponía para este fin el uso de una aplicación que, de un modo similar a lo que se hace en la Praia das Catedrais, permitiese sacar una 'cita previa' con la que acudir a la playa empleando un código QR, garantizando así que no se supere la carga máxima de personas permitida.
Sin embargo, la oposición de los ayuntamientos no se hizo esperar, y así se lo trasladó el presidente de la Fegamp, Alberto Varela, en una reunión con representantes autonómicos, en la que quedó descartada el uso de esta aplicación como tal.
El adelantamiento del primer chapuzón a la fase dos, con las temperaturas veraniegas que se registran estos días en Galicia, han pillado a los ayuntamientos aún "con muchas incógnitas".