El Deportivo afrontaba este domingo una final tras las malas sensaciones dejadas ante el Compostela. No quedaba otra que volver a ganar para no descolgarse del objetivo del ascenso. Los coruñeses mejoraron su imagen pero no encontraron la portería de Unionistas. El Dépor no marca y no gana ni "como sea". Empate sin goles y la Segunda División cada vez más lejos.
El Dépor arrancó muy enchufado y con una presión alta. A los dos minutos, el equipo de Rubén de la Barrera sacó su primer córner tras el peligro llevado por Keko Gontán y un remate de cabeza de Miku. Un Miku que salía de titular y que entró rejuvenecido. El venezolano consiguió evitar que saliese la siguiente jugada de ataque del Deportivo y fue Borges el que falló esta vez en el remate. Al menos, los coruñeses intentaban morder en los primeros minutos. El regreso de Uche Agbo permitía al tico estar más presente en ataque y el Dépor se gustaba.
El primer disparo de Unionistas fue casi a los quince minutos. Desde fuera del área. Acabó en córner y sin peligro para el Deportivo. Qué pena que no hubiese público en Riazor porque daba gusto ver cómo se movía el cuadro herculino y qué falta hacía. Como también hacía falta finalizar y marcar. Lo importante, que el Dépor había recuperado confianza y seguridad en el pase. Pero, curiosamente, la ocasión más clara fue de Unionistas en el minuto 31. Salvó Carlos Abad un gran tiro de Diego Hernández. El Deportivo mejoró sensaciones en la primera mitad pero llegó al descanso con empate a cero en el marcador.
La segunda mitad también arrancó con oportunidades para el cuadro de Rubén de la Barrera. Uche quiso asustar a Serna con un gran disparo desde fuera del área y Keko y Lara enviaron fuera dos disparos. Pero la pelota no entraba. El Dépor merecía pero no conseguía. Sin embargo, Unionistas llegaba menos pero con mucho más peligro. Y a los coruñeses se les hizo de noche y el Unionistas colocó el autobús. La victoria se alejaba. Y bien que se alejó. Empate con sabor a derrota ante el líder de la categoría (0-0).