Los dos favoritos al ascenso se veían las caras este domingo en Riazor. Pero no para pelear por una plaza en LaLiga SmartBank sino por 'subir' a la nueva Primera Federación. Afortunadamente, los tres puntos se quedaron en casa (2-1). Gracias a la reaparición del tico y por qué no decirlo, también de la suerte. Y es que el Deportivo ganó de penalti y jugando los minutos finales contra diez. No es momento ya de analizar el cómo sino que lo importante es que el Dépor ganó el partido ante el Numancia y gana también tranquilidad. Los siete minutos descuento fueron de infarto pero los coruñeses siguen líderes ahora con 35 puntos y solo una desgracia los separaría de su nuevo objetivo.
Riazor volvía a contar con un millar de aficionados que deseaban ver ganar a su equipo tras el tropiezo de la pasada semana en Langreo. Y al equipo titular del Dépor regresaban Borges y Lara en detrimento de Uche y Rayco con respecto a la pasada semana. Y, curiosamente, ellos iban a ser los protagonistas de la primera mitad. La primera llegada fue del Numancia en el primer minuto. Una jugada de estrategia que acabó en córner sin consecuencias para Lucho. Los sorianos eran el equipo más en forma del grupo y no se lo iban a poner fácil a los coruñeses. Pero fueron los locales los que tuvieron la primera clara. Desde fuera del área y de las botas de Villares. El Deportivo asustaba y presionaba.
Al cuarto de hora, Lara se metió muy bien dentro del área tras regatear pero se cayó y pidió penalti. No lo vio así el colegiado madrileño Sergio Pérez. Y, precisamente de Lara salió a continuación el gol del Dépor. Jugada de estrategia tras un saque en corto de un córner, asistencia de Lara y gol de Celso Borges. Explotó Riazor y también el costarricense que volvía a la titularidad y acudió a celebrarlo con todo el banquillo herculino. Pero no podía relajarse el Dépor porque, acto seguido, un despiste de Mujaid propició una clara ocasión de Asier Benito que se marchó ligeramente desviado de la portería de Lucho García. No se vinieron abajo los visitantes tras encajar. El marcador estaba a favor del Dépor pero el partido no. Pasó a manos del Numancia que asediaba. Por suerte para los locales, no marcaba y se llegó al descanso con victoria herculina por la mínima.
El Dépor arrancó buscando el segundo. Miku gozó de una clara pero estaba en un dudoso fuera de juego. Curiosamente, el gol llegó pero de los visitantes. Borja Granero dejó rematar sin oposición a Asier Moreno que puso el 1-1 y apretó el marcador. El Numancia no se había rendido en ningún momento y sus centros eran continuos peligros para el Deportivo. No fue toda la culpa de Granero porque ese centro que acabó el gol no debería haberse dejado. Pero los laterales estaban jugando por dentro y desatendían las labores defensivas. El peligro del Numancia llegaba todo por las bandas. De la Barrera quitó a Lara y metió a Raí pero las cosa no mejoraban y los nervios acechaban. Y llegó un golpe de suerte. Un penalti a favor por mano de Lillo en el área. Lanzó Miku y esta vez no falló. Menos mal. El Deportivo se volvía a poner por delante en el marcador y, aún por encima, jugando con uno menos tras la expulsión de Cotán por protestar. No podía el Dépor dejar escapar la victoria pero sufrió. Siete minutos de tiempo añadido que hacían temblar a la afición. Finalmente, los tres puntos en Riazor (2-1)