El Dépor vive dos realidades, la cara amarga de su primer equipo, en Segunda División B (futura Primera Federación) y la sonriente de su cantera. Con el juvenil de División de Honor clasificado para la UEFA Youth League. Lo que supone la Liga de Campeones de esa edad, tras haber conquistado la Copa de Campeones de España.
El giro hacia la cantera, consecuencia de la situación económica del club y también de la categoría en la que se encuentra, se ha visto respaldada por el éxito de sus equipos juveniles y acompañada por los cadetes.
Es la segunda vez que el Deportivo conquista la Copa de Campeones juvenil, veinticinco años después de la primera. De una generación que entonces apenas tuvo repercusión en el primer equipo blanquiazul.
El panorama que se encuentran ahora los flamantes campeones juveniles es muy diferente, ya que entonces las puertas del equipo principal estaban prácticamente cerradas por el SuperDépor.
Aquel Deportivo que de la mano del presidente, Augusto César Lendoiro, y del entrenador, Arsenio Iglesias, se había convertido en referente a nivel nacional (una Copa del Rey y varios podios de Liga). Encaraba, con John Benjamin Toshack en el banquillo, la transición hacia su mejor etapa, con Javier Irureta al frente de la plantilla (una Liga y otra Copa).
Ahora, los jóvenes deportivistas, que eliminaron al Real Madrid en las semifinales de la Copa de Campeones y superaron al Barcelona en la final. Estos jugadores se encontrarán las puertas del primer equipo abiertas de par en par, aunque los protagonistas se lo toman, al menos hacia el exterior, con tranquilidad y prudencia.
El equipo principal está en la categoría de bronce, la nueva Primera Federación, después de la caída libre de los últimos años. Eso acerca al Deportivo a las categorías inferiores y también a la necesidad económica. Los dos aspectos que han llevado al club a dar un giro de timón hacia la cantera.
El anterior presidente, Fernando Vidal, contrató a dos exjugadores para dirigir el fútbol base: Fran González, excapitán blanquiazul, al frente de la dirección de la cantera. A ello se le une Juan Carlos Valerón, junto a Manuel Pablo García, en el banquillo del filial.
El cambio de dirigente, con la entidad financiera Abanca como dueña del club y la llegada de Antonio Couceiro a la presidencia. Estos no variaron los planes: la apuesta por la cantera es clara. Así lo ha señalado en cada una de las escasas comparecencias que ha protagonizado el presidente.
En la temporada 2020/21, el segundo equipo surtió de varios canteranos al principal. Pero se quedó en Tercera Federación (quinta categoría), mientras que los juveniles y el resto de categorías inferiores sí han tenido un año dorado.
El Juvenil B fue campeón de Liga y el Juvenil A rubricó una excelente campaña: el mejor de su grupo y el mejor de España. Un éxito que le llevará a la Liga de Campeones de esa edad y que aporta esperanza al único club campeón de Liga (solo nueve pueden presumir de eso) que está fuera del fútbol profesional.