"Sí, mamá, como cuando era el Dépor"
El pasado 16 de octubre ante el Sanse, mi madre volvió a Riazor. Era el primer partido sin límite de aforo tras la pandemia y, entre las restricciones sanitarias por coronavirus y diversos motivos de salud por su parte, hacía ya tiempo que no visitaba el estadio del Dépor. Era la jornada 8 y el Deportivo ganó gracias a un gol de Miku y, por supuesto, al apoyo incondicional de su afición.
Llovía mucho en A Coruña y ya era por la noche cuando terminé mis tareas dentro el estadio y salí a reencontrarme con mi madre. Allí estaba ella observando con atención como un gran número niños y mayores se hacían fotos con Noel y con el resto de jugadores de la plantilla del Deportivo. Imagino que se le pasó por la cabeza cuando su niña también esperaba a Mauro Silva o a Djalminha. Ya no solo para sacarse fotos sino para entrevistarles con una grabadora de cinta para un programa de radio en el Instituto. Qué humildes eran aquellos futbolistas, recuerdo yo, pero os estaba hablando de ella. Y de un Dépor que ahora juega en Primera División RFEF
"Parece como cuando era el Dépor" me soltó mi madre al verme de nuevo. No pude evitar reírme. Mamá y sus reflexiones jaja. Qué frase. Parecía una tontería, pero entendía perfectamente a lo que se refería. Estos jugadores ya no juegan en Champions sino que pelean por regresar al fútbol profesional. Sin embargo, la afición siente por ellos la misma admiración. Son aclamados por la multitud al salir de Riazor. Son los héroes a los que muchos corazones confían su pasión sin darse cuenta de que verdaderos héroes son ellos por seguir con esa emoción a pesar del dolor. Un dolor que, por momentos, quizás sí hizo desaparecer al Dépor pero, jamás, al deportivismo. Y eso fue lo que aguantó porque los que nunca se bajaron del barco siguen animando como siempre a sus marineros se llamen Villares o Donato.
Curiosamente, tres días más tarde, el recuerdo de lo que fue el Dépor afloró de nuevo en Riazor. Gesta épica de los canteranos dirigidos por Manuel Pablo que remontaron un 3-0 en contra de la ida en la UEFA Youth League. Como cuando era el Dépor de Champions. Un Dépor imposible de olvidar y que después numerosos batacazos está volviendo a arrancar. Lo hace desde la base y manteniendo a la misma afición de aquel Dépor campeón. Ahora que se puede regresar al estadio está claro que el deportivismo no fallará y, parece que, por fin, desde el césped, también se ofrecerá la posibilidad de disfrutar. Vamos, "como cuando era el Dépor".