El Deportivo de la Coruña ha recibido una noticia inesperada a pocos días de jugar el trofeo Teresa Herrera. Y es que sus ultras, conocidos como ‘Riazor Blues’, han comunicado que no estarán presentes en la 77ª edición, en la que jugarán frente al Metalist Kharkiv ucraniano. En el comunicado, denuncian que las instituciones están utilizando dicho encuentro para “fomentaren unha hipócrita ligazón co pobo ucraniano”, como dijeron en la cuenta oficial de Twitter.
Esto se debe a la fama de los seguidores del equipo de Ucrania, que son tachados como neonazis, pues una buena parte de los mismos participa activamente en grupos paramilitares de la misma ideología, como informan en ‘El Español’. Además, añaden que es una "verdadeira vergoña que o noso club e o noso concello non aproveiten este trofeo para habilitaren una colaboración económica coas localidades galegas máis afectadas polos incendios”, criticando que apoyen antes a los pueblos extranjeros que a los gallegos, azotados por los incendios que ha causado la sequía y el asfixiante calor veraniego.
Teresa Herrera 2022. pic.twitter.com/5GVMQZiDGs
— Riazor Blues (@RB1987Oficial) August 9, 2022
Sin duda, será una baja sensible para los de Borja Jiménez Saéz, que confiaban en poder contar con el apoyo de toda su afición en Riazor, a falta de pocas semanas para que arranque la temporada oficialmente, con la primera jornada de la Primera RFEF. El trofeo Teresa Herrera era una buena prueba para calentar los motores, y para hacer la carta de presentación de la plantilla de esta campaña, incluidos los numerosos refuerzos que han llegado.
Pero deberán de apañárselas sin ellos. Aún y así, esperan que haya un importante número de aficionados en las gradas de Riazor, y que el ambiente que se respire sea muy bueno. Por lo tanto, confían en que esta polémica se deje atrás lo antes posible, y rápidamente caiga en el olvido. No quieren que se centren en asuntos extradeportivos, pues lo único que de verdad importa son las sensaciones y el resultado que logren sobre el terreno de juego.
Y más, en un curso decisivo para el Dépor, que ya no tiene margen de error, después de dos campañas alejados de La Liga SmartBank, sin contar la actual, que será la tercera. Todo lo que no sea un ascenso será considerado como un fracaso estrepitoso, el enésimo en los últimos años.