Es Noticia

El rompecabezas de Borja Jiménez: los dos grandes problemas a atajar si el Deportivo quiere ser competitivo

La afición analiza qué le pasa al Deportivo
Cubro el día a día del RC Deportivo de la Coruña

El Deportivo ha tenido un arranque de temporada complicado. 11 de 18 puntos posibles, con tres victorias, dos empates y una derrota. Pero, lo que es más preocupante, es el acierto en ambas áreas. El cuadro dirigido por Borja Jiménez puede dominar la medular, pero está perdiendo el duelo donde el fútbol es más definitivo. Son ocho goles a favor y seis goles en contra. Los herculinos solo han dejado una vez -ante el Mérida- la portería a cero.

Borja Jiménez tiene que resolver un puzle que lleve a su equipo a ser verdaderamente competitivo. El conjunto blanquiazul ha tenido tramos de juego positivos, pero también desconexiones que hacen muy difícil ser cien por cien optimistas con lo visto. Con un margen de mejor altísimo por el potencial de la plantilla, el abulense debe atajar dos graves problemas: la falta de fiabilidad defensiva; y el acierto en área rival.

6 goles encajados en 6 partidos para el Deportivo

Las cifras hablan por sí solas. El Dépor, para ganar, está necesitando marcar por lo menos dos goles. Solo en el triunfo ante el Mérida los coruñeses consiguieron dejar la portería de Ian Mackay a cero. Una falta de fiabilidad defensiva que dista con el equipo que destacó en Primera División RFEF el curso pasado por sus garantías atrás.

Pero esta temporada el equipo ataja una doble problemática. Ya no es tanto el antiguo y manido tema de los centros laterales, azote del pasado Deportivo -aunque la mayoría de los goles lleguen así-. Este curso el equipo está sufriendo cada vez que pierde la pelota. Principalmente por su posicionamiento tras pérdida y la transición defensiva.

Ian Mackay, guardameta del Deportivo (Foto: RCD).

Sin presión tras pérdida efectiva ni una transición modélica

Cuando un equipo tiene el esférico, es tan importante situarse bien para atacar como para defender. Pensar en todo momento que la pelota puede dejar de estar en posesión propia. Por eso, los equipos deben tener claro que una separación demasiado larga, o las alturas inadecuadas de los jugadores que no participen activamente en la posesión pueden ser decisivas. Si el bloque está bien situado, la pérdida se podrá defender mejor que si el equipo no mantiene una estructura sólida. Es fundamental, en especial, para la presión tras pérdida. Clave en equipos que quieren tener el dominio en campo rival. Hasta el momento, el Dépor no está destacando en esta faceta.

Además, está el otro gran problema. Superada la presión tras pérdida, toca correr. Un esfuerzo innegociable en cada partido y que al Deportivo le está costando demasiado. El conjunto herculino se parte y la zaga queda demasiado expuesta, con muchos metros a abarcar y ante rivales que saben muy bien qué espacios atacar. La transición defensiva está siendo mala en el cuadro herculino y muchos de los goles están llegando en contragolpes rivales en los que los blanquiazules o no cortan el juego o no son capaces de defenderlas de manera óptima.

Adrián Lapeña ha sido el único central que ha jugado los seis partidos como titular (Foto: RCD)

El gol, problema base para ganar un partido en el nuevo Deportivo

El fútbol es un deporte caprichoso en el que puedes tener toda la posesión que desees; encadenar las mejores secuencias de pases; incluso contar con los mejores jugadores. Pero al final, quien gana, es quien anota más. El marcador es el reflejo de lo que ha sucedido durante los 90 minutos (o 105 últimamente) y, ahí, el Deportivo está fallando.

Tanto Borja Jiménez como el vestuario van al unísono con el mismo discurso. Al equipo le falta paciencia y cabeza en los metros finales. Estamos viendo un Dépor que se acerca mucho al área rival. Genera situaciones ofensivas, pero no está sabiendo transformarlas. Acaba las jugadas acelerado y precipitado. Bien por las prisas; bien por la falta de una idea acorde a las piezas (por ejemplo, hemos visto muchos centros laterales colgados hacia Gorka Santamaría, un delantero que destaca más en la anticipación que en el salto estático); o con Quiles en punta, que él mismo afirma sentirse incómodo en ese duelo silencioso.

Lo cierto es que de los 8 goles anotados, ninguno lo ha hecho un delantero. Quiles, Santamaría, Zalzar y Svensson todavía no han estrenado su casillero. Y ese es el otro gran problema a solventar por el técnico abulense. Porque, para ganar partidos, hay que dominar en ambas áreas. Algo que hizo muy bien el Dépor 21/22. Pero, esta nueva versión, de momento, no está imponiéndose donde el fútbol es definitorio.

Quiles fue el máximo anotador del Deportivo la pasada temporada, pero este curso todavía no ha podido estrenarse (Foto: RCD).

Escribir comentario 1 comentario
Deja una respuesta
Su comentario se ha enviado correctamente.
Su comentario no se ha podido enviar. Por favor, revise los campos.

Cancelar

  1. Palomino yeyé

    A ver, me deja esta web comentar ya de una vez?