Óscar Cano deberá solventar un problema que terminó por condenar a Borja Jiménez y que será fundamental para reconducir la temporada. El Deportivo ha acusando la falta de gol y ya acumula 241 minutos desde el último tanto anotado ante el Talavera. Dos partidos sin ver portería y, lo que es peor, los delanteros todavía no se han estrenado en Primera División RFEF.
El nuevo Dépor 22/23 tiene potencial para pelear por el ascenso directo. Debe ser el objetivo. Pero mientras los problemas de puntería continúen, será imposible. Este equipo no tiene gol o, mejor dicho, no ha sabido tener. Porque con jugadores como Alberto Quiles (22 tantos la pasada campaña) o Gorka Santamaría (15 en su último curso en Badajoz), se presuponía que el cuadro herculino sería una apisonadora. Pero, de momento, los llamados 'delanteros' no están cumpliendo. Ninguno de los cuatro jugadores a priori preparados para ocupar la plaza del gol han sido capaces de estrenarse. Ni los mencionados, ni Kuki Zalazar y Max Svensson. Cero goles en siete partidos entre los cuatro arietes blanquiazules.
Un mal que se está extendiendo al resto de la plantilla. Diego Villares y Mario Soriano taparon con sus tantos la carencia ofensiva del equipo en este inicio. La segunda línea, cumplidora, ponía el parche a una herida abierta y cada vez más grande. El Dépor ha sido capaz de generar un buen volumen ofensivo, pero es a la hora del remate cuando más se atascó.
Los datos del Deportivo en los últimos partidos no están siendo buenos. Uno de seis puntos posibles y cero goles anotados. Tanto ante el San Fernando cómo frente al Rayo Majadahonda, el Dépor no ha sido capaz de sumar cifras. Sequía absoluta, con un balón al palo de Kuki Zalazar como único atisbo ofensivo.
La última vez que se celebró un tanto fue ante el Talavera, con el gol de Rabanillo en propia tras el golpeo de Álex Bergantiños. Ni en los 41' restantes que aquel partido que se alargó hasta el minuto 98 de juego y en el que se acabó pidiendo la hora; los 105' frente al San Fernando; o los 95' posibles de Majadahonda, el equipo de herculino ha sido capaz de marcar.
Óscar Cano tendrá que afrontar desde el inicio un problema que ha terminado por condenar a Borja Jiménez. El técnico abulense buscó diversas soluciones, como ocupar las bandas con carrileros y acercar a más atacantes al área. Pero nada de lo que probó en las primeras jornadas sirvió para que los delanteros anotasen o, por lo menos, el equipo tuviese marcadores superiores. Solo en dos partidos de liga consiguió hacer más de un gol y, de uno en uno, encajando otro, es imposible ganar partidos.