Rubén Díez se ha convertido en el organizador de un Deportivo que busca una nueva identidad bajo el paraguas de Óscar Cano. Manteniendo la idea de dominar con el balón, pero añadiendo varios de los conceptos del juego de posición que caracterizan al técnico nazarí y que ya hemos visto en los primeros dos partidos del nuevo cuadro herculino, la importancia del centrocampista maño ha crecido en la medular blanquiazul hasta convertirse en el nuevo corazón.
A sus 29 años Rubén Díez busca seguir disfrutando de aquello que más feliz de le hace: el fútbol. Curtido en la Tercera División aragonesa, el maño ha destacado a lo largo de su carrera por ese punto extra de calidad en su juego. Técnicamente maneja una cantidad de registros extra, sumado a una esteticidad de seda en sus movimientos, que le convierten en un jugador diferente a primera vista.
Después de destacar en el Castellón y pasar por el Tenerife, el fútbol le ha reconducido a Riazor. En el templo del fútbol coruñés disfrutan de los jugadores que ven el fútbol de la misma forma que Rubén Díez. Para el maño, que llegó para ser un mediapunta más en la línea de Borja Jiménez, cediendo importancia a la figura de Mario Soriano, la vida ha cambiado en apenas dos semanas. La salida del técnico abulense provocó la entrada de Óscar Cano, con quien encontró un pico futbolístico en Castellón y logró ascender a LaLiga SmartBank.
La llegada de Óscar Cano trajo consigo algunos cambios. De momento, el más importante, posicional y funcional. Cano ha dejado de lado la idea de jugar con un mediapunta por dentro, pasando a utilizar un eje con tres centrocampistas. Un pivote y dos interiores. Uno de ellos, Rubén Díez.
Como se vio frente al Linares, su función ha pasado a ser la del organizador y termómetro del equipo. Él decide cuándo acelerar y cuándo reducir la velocidad del juego. Desde el inicio de la jugada hasta los metros finales, es el corazón de la medular, encargándose de bombear el esférico para acercarlo a los atacantes dentro del nuevo modelo de juego, que incluye muchos apoyos cercanos, pases al pie, y avanzar en bloque.
El futbolista de 29 años explicó su nueva función en el equipo y explicó que se siente más cómodo que nunca. "Hacía mucho tiempo que no jugaba un poco más atrasado, pero muy cómodo porque estoy bastante en contacto con el balón", reflexionó en su última comparecencia.
Sobre el concepto de 'viajar juntos', Díez cuenta que permite al equipo dominar con mayor facilidad al juntarse más cerca. "En ese sentido estoy muy cómodo en esta nueva posición o rol", contó.
En una entrevista concedida a ElDesmarque, que se puede ver en el vídeo que encabeza esta noticia, Rubén explicó las diferencias entre jugar de '10' o en una tercera altura y jugar más cerca de la organización del juego, como está haciendo ahora. "Al final cuando juegas más de '8' es un poco más el hacer jugar al equipo. Cuando juegas de '10' tienes que estar perfilado cuando recibes. Cuando llega es para dar el último pase o buscar una pared y finalizar. Hay que saber diferenciar. En la zona de '6' u '8' es más de creación y de no asumir riesgos", analizó el nuevo corazón herculino.