El Deportivo sacó de Ceuta una importantísima victoria que permite acabar el año adelantando al Racing de Ferrol y recortando distancia al Córdoba. Sufrió el equipo de Óscar Cano después de un primer tiempo muy serio y una segunda parte demasiado rácana. Quiles y Villares anotaron los goles herculinos. Adri Cuevas recortó distancias para los caballas, que se quedaron sin premio. El partido se tuvo que ir hasta el minuto 102 tras la expulsión de Víctor Narro y una tangana que alargó el partido.
Partido serio que se acabó torciendo para el Deportivo. Serio en la primera parte, mejorando sin balón y, en realidad, sintiéndose cómodo alternando el repliegue y la transición con la posesión y presión alta. El nazarí está construyendo un equipo que quiere ser sobre todo es competitivo, y prueba de ello fue la victoria en suelo ceutí. Si bien las cosas se pusieron de cara en los primeros minutos, con un penalti que transformó Quiles, el conjunto herculino no cayó en ninguna relajación. Y para el 25' su ventaja ya era mayor gracias a un Diego Villares superlativo en el trabajo de presión. Volvió a robar una cartera y anotar en un mano a mano. El de Samarugo junta el espíritu de Scaloni con la frialdad de Diego Tristán. Son ya cuatro goles esta temporada para él.
Ningún campo es sencillo y el Deportivo acabó sufriendo mucho tras una mala segunda parte. Consiguió de manera muy agónica sacar los tres puntos del Alfonso Murube. Con una grada a rebosar y que apretaba en cada acción, el Ceuta generó suficientes ocasiones para llevarse algún punto. Fue a los 56 minutos que Adri Cuevas remató sin oposición y en el interior del área un centro lateral para poner el 1-2 y acortar distancias. El equipo ceutí dominó el segundo tiempo y Pablo Martínez tuvo que aparecer de manera salvadora bajo palos en el 80' cuando Ian Mackay ya estaba superado. Al final, los herculinos se salvaron tras una buena primera mitad y un segundo tiempo demasiado rácano que se extendió hasta el 102' por una tangana posterior a la expulsión, por roja directa, de Víctor Narro.
Apenas corría el minuto cuatro cuando, después de un acercamiento para cada equipo, el partido se puso de cara para los blanquiazules. Un centro desde la derecha sin mayor peligro, sencillo para Juan Gutiérrez, zaguero rival, se convirtió en el primero herculino. El central fue blando al despeje y Max Svensson, muy atento, se anticipó a la jugada, siendo derribado por el defensor blanco cuando trataba de golpear el balón. Alberto Quiles, abrelatas de profesión, no falló desde los once metros.
Con ventaja en el marcador el Dépor pasó a mostrar una versión muy seria y competitiva. Cedió la pelota al Ceuta, atrevido con balón para jugar desde atrás, pero insuficiente para romper las dos líneas bien plantadas en defensa por parte de los blanquiazules. El equipo de Óscar Cano alternaba un repliegue en bloque medio muy compacto, con Díez sumándose a Svensson para orientar las posesiones hacia fuera, con una presión alta que siempre daba frutos cuando se activaba.
Y cuando hablamos de presionar, hay que hablar de Diego Villares. Una bestia en el trabajo defensivo, tanto abarcando hacia adelante como a lo ancho. El Dépor trabajaba acompasado, con todas las piezas bien posicionadas y coordinadas. Quiles recuperando en campo propio, Mario sin deshacer la formación por izquierda y aligerando posesiones cuando se recuperaba por su lado. Fundamental su pie para esquivar la presión alta rival. Olabe, con una guadaña de precisión en la medular en su regreso tras sanción. Y, por encima de ellos, el de Samarugo.
Corría el minuto 24 y el Dépor ya había dado un par de picotazos con su presión alta, cada vez más precisa. Uno de los elementos que Cano ha ido incorporando poco a poco. Y, como sucedió hace siete días ante el Racing de Ferrol, Villares lo volvió a hacer. Se activó para perseguir el esférico como un perro de presa y provocó el error en Juan Gutiérrez. El zaguero zurdo, que ya había cometido un error en la jugada del penalti, se quedó congelado ante la llegada del pulpo. El canterano se llevó el esférico y en el mano a mano anotó su cuarto gol esta temporada.
El conjunto local no iba a morir sin antes tratar de darle la vuelta a la situación. Honorable insistencia del equipo de José Juan Romero. Atrevido desde abajo, mejoró buscando de manera más directa a los puntas y metiendo al Dépor en un duelo de trincheras. Y ahí, los ceutís tuvieron varias buenas oportunidades.
Reina sacó a pasear su exquisito golpeo cuando el equipo más le necesitaba. Primero con un disparo lejano que dio en el larguero y en el palo, botó en la línea, y salió sin entrar en la portería. Un zambombazo que merecía mayor premio y que provocó el enfado de la grada. Vicente Moral no señaló el gol (y en la repetición se vio que no entraba), pero claro, para la hinchada sí había entrado. Y ya al filo del descuento, en un libre directo que le costó a Jaime Sánchez la amarilla sin saber bien el por qué, de nuevo Reina dejó un golpeo escandaloso. Pero más espectacular fue la atajada de Ian Mackay.
La segunda mitad arrancó con un cambio en el cuadro herculino. Víctor Narro ingresó en lugar de Rubén Díez, lo que provocó que Mario Soriano pasase a la mediapunta. Aunque la primera ocasión volvió a ser Ceutí. Rodri cazó un rebote en el interior del área y, con pierna izquierda, fusiló a un Ian Mackay que nada podía hacer. De nuevo y como en los 45' iniciales, los palos volvieron a alinearse con el Deportivo para salvar el gol local. El larguero repelió un disparo imposible de atajar.
Pero el Ceuta se lo creyó y siguió apretando. Fue en el 56' que la insistencia tuvo su premio. De nuevo a través de un centro lateral, donde el cuadro local estaba haciendo muchísimo daño. Alain sacó un balón al segundo palo, donde apareció Adri Cuevas para rematar y recortar distancias.
El centrocampsita de Samarugo tuvo que ser sustituido a la hora de partido tras llevarse un golpe sumamente duro. Villares saltó en una pugna aérea y cayó mal, sobre el cuello, lo que provocó las alarmas en el Alfosno Murube. Por suerte, la imagen acabó siendo positiva, y Villares pudo levantarse por su propio pie con la ayuda del cuerpo médico encabezado por el doctor Carlos Lariño. En su lugar tuvo que entrar Álex Bergantiños, aunque la imagen más positiva fue que ver al '22' recuperarse por sí mismo.
#CeutaDépor 1-2 (60') Diego Villares se puede levantar por su propio pie. La mejor noticia posible después de ver la dura caída 👏🏻
Se reanuda el partido con 10. #PrimeraFederación
— ElDesmarque Dépor (@desmarquedepor) December 18, 2022
La segunda parte del Deportivo fue sumamente rácana. Perdió el control del juego ante un Ceuta que llegaba con mayor facilidad y acabó achicando agua como podía. Los locales generaron suficientes ocasiones para merecer más y estuvo a punto de encontrar el gol a los 80 minutos. En una acción a balón parado que acabó con un remate en el segundo palo. Con Ian Mackay superado, fue Pablo Martínez quien apareció de manera salvadora para sacar la pelota en la línea de gol.
Los de Óscar Cano tendrían la sentencia en el 89' tras un descuento que no aprovecharon entre Gorka Santamaría, Mario Soriano y Roberto Olabe. Segundos después, una caída de Alain en el interior del área provocaría el enfado de la grada. Una acción de Alain dentro del área que, tras recortar a Narro, acabó con caída del lateral sin contacto del extremo-. Un Narro que minutos después sería expulsado por cortar un contragolpe con una durísima entrada por detrás. La salida del extremo a los vestuarios acabó provocando una tangana que interrumpiría el partido durante más de cinco minutos. Primero por altercados en los banquillos que provocaron varias expulsiones y la intervención de la policía nacional. Después, por un problema en un lateral del campo. Al final el juego se reanudó en el minuto 100 y se fue hasta el 102' de juego.
Once Ceuta: Monteagud; Alain García, Juan Gutiérrez, Robin Lafarge, Macías; Julio Iglesias, Reina; Adri Cuevas, Jota, Liberto; y Rodri Ríos.
Once Deportivo: Mackay; Antoñito, Lapeña, Pablo Martínez, Carnero; Rubén Díez, Villares, Olabe; Quiles, Svensson y Mario Soriano. También jugaron Víctor Narro, Álex Bergantiños, Gorka Santamaría y Kuki Zalazar.
Árbitro: Alfonso Vicente Moral (Comité castellano y leonés). Expulsó con tarjeta roja directa al asistente local Antonio José Poveda y a los visitantes Víctor Narro, Yago Villar (delegado) y Carlos Fandiño (doctor). Amonestó con tarjeta amarilla a los jugadores locales Adri Cuevas, González, Macías, Julio Iglesias, Reina y a Jose Juan Romero (entrenador). También a los visitantes Jaime Sánchez, Mackay, Svensson Gorka Santamaría y Quiles.
Goles: 0-1 Alberto Quiles (min. 4). 0-2 Diego Villares (min. 24). 1-2 Adri Cuevas (min. 57).
Estadio: Alfonso Murube (Ceuta)