Luis Málvarez fue una de las figuras claves en llevar a Lionel Scaloni al Real Club Deportivo de la Coruña. Fue catalogado como uno de los fichajes más difíciles para Lendoiro y en la historia del club debido a la burocracia que conllevó. Lendoiro recibió aquel verano una visita inesperada que cambiaría la historia del club y del jugador que ahora es campeón del Mundo con Argentina y todavía sueña con dirigir al Deportivo.
Llegó al Deportivo con 19 años después de haber acordado su traspaso en verano y no haber podido llegar hasta invierno. De la mano de su padre Don Ángel y junto a su hermano Mauro. Así llegó un joven Lionel Scaloni cuya historia fue especialmente curiosa.
Luis Málvarez, el hombre clave en el traspaso desde Estudiantes de La Plata hasta el Dépor, explica en Infobae cómo se dio el movimiento. reconoce que se hizo amigo de Lendoiro, para que el después trabajaría como asesor, aunque llegar hasta él no fue nada fácil.
El exjugador viajaba a España para ofrecer a Scaloni al Sevilla. Sin embargo, tras hacer escala en Madrid, cambió su rumbo y fue A Coruña, sin cita ni aviso, porque había escuchado que buscaban un delantero y un interior. "Una especie de intuición me dijo que tenía que ir, me fui a Coruña, donde nadie me conocía", relata sobre el cambio de destino improvisado. Así que Málvarez se presentó en Marineda y solicitó una audiencia con Lendoiro. Tenía que esperar tres meses.
Sin tiempo para esperas, buscó al presidente en un acto del PP. "Lo esperé sentado en un sillón durante cinco horas, pero chequeé que no hubiera otra puerta trasera para que no se me escapara. Al final, salió junto a dos mujeres. Me acerqué, me presenté y le dije que sabía que no era el momento, pero que tenía que hablar con él", explica sobre cómo conoció a Lendoiro. El impacto fue inmediato y sin tapujos, le aseguró que le traía a jugadores apra ser campeón. "Tengo dos huevos así de grandes y sé cómo hacer para que el club se consagre", soltó.
Finalmente Augusto César Lendoiro accedió a recibirlo. "Le caí bien de entrada y me citó al otro día en su oficina. Cuando llegué, me di cuenta de que ya había averiguado todo sobre mí", explica.
El primer impacto en el despacho fue positivo gracias a un cuadro y un rosario: "Tenía un cuadro de Jesucristo en la pared con un rosario. Me acerqué, toqué la cadena y le dije: “Señor presidente, jugamos en el mismo equipo, mire a quién tengo acá”. Y le mostré un rosario que colgaba de mi pecho".
"Miramos el video de jugadas de Scaloni que había armado. Vendí un jugador de 19 años en seis millones de euros", explcia sobre unas negociaciones que, pese a cerrarse en verano, no pudieron terminarse hasta navidad.
Málvarez además acabó trabajando para el Dépor: "Me gané la confianza del mandamás, quien me ofreció trabajar a su lado. Estuve ocho meses en La Coruña siendo su mano derecha y su hombre de confianza", explica en una entrevista con Infobae.