Mario Soriano, jugador del Deportivo, se mordió la lengua con la polémica actuación arbitral en El Arcángel. Sin embargo, no pudo callarse tras el empate ante el Córdoba ya que consideran muy injusta la actuación arbitral por la no expulsión tras la falta sobre Quiles.
El Jóker firmó una asistencia mágica y, tras el partido, fue uno de los jugadores que hablaron en zona mixta. El mediapunta no quería hablar de árbitros y empezó diciendo que se apartaba del tema. Sin embargo, no pudo contenerse ante lo que el vestuario considera que fue injusto. Primero, por Quiles, del que dijo que estaba "muy mal". El '9' se llevó una durísima patada que le dejó sangrando. Le han tenido que poner puntos y se retiró del estadio con mareos y sin ver bien, tal y como informaron sus propios compañeros.
"Le han puesto creo que cinco o seis puntos, está destrozado. No lo entiendo. No voy a hablar de árbitros ni nada, me aparto de eso. Quiles no ve. Mañana seguro que estará mucho peor. A recuperarlo y no quiero hablar más", comentó Mario sobre Alberto Quiles.
No obstante, los compañeros de prensa allí presentes insistieron en preguntar por Quiles, cuyo rostro quedó muy tocado por la patada. "Seguro que habrá imágenes por todos lados y se verá lo que ha pasado. Creo que se han equivocado y mucho", remarcó Mario Soriano.
No quería hablar del árbitro, pero acabó quejándose de que no es la primera vez que sucede. "Es un finde detrás de otro", expresó, sobre las diferentes decisiones que han afectado al equipo. Entre ellas, un penalti no señalado sobre el propio Mario a principio de temporada que había sido muy claro y muy protestado.
Además, explicó que el vestuario se fue enfadado porque, entre otras acciones, pudo haber falta sobre Mackay en la acción del gol: "No sé qué ha pasado en el gol, creo que a Mackay le han hecho la cama".