El gesto de Pablo Martínez con las niñas del Xuventude Crendes: una visita 'sorpresa' muy especial
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Quienes conviven con él siempre destacan su forma de ser: natural, intenso en su manera de vivir, inspirador para los que le rodean y en definitiva un tipazo. El impacto de Pablo Martínez en el Deportivo ha sido alto desde el primer día. No solo a nivel futbolístico, también a nivel social. Su buen hacer defensivo le ha convertido en un ídolo para Riazor, pero su forma de comportarse fuera del campo merece otra mención. Hace unos días, Pablo tuvo un bonito gesto con las jugadores del equipo formativo alevín del Xuventude Crendes femenino. Asistió en los campos de la Torre a uno de sus partidos y quien nos cuenta la historia, Ana, se rinde al galo.
Pablo Martínez "es un amor". Así lo describe una de las madres del Xuventude Crendes alevín, a través de la que nació una relación que acabó con la foto del martes. O mejor dicho, las muchas fotos del martes. Porque Pablo, que fue a ver jugar a Marta en su tarde libre, tuvo tiempo para fotografiarse con todo el mundo. Y cuando decimos todo, es literalmente "todo". Porque un jugador del Dépor en una Ciudad Deportiva como la Arsenio Iglesias no pasa desapercibido. Y menos cuando se trata de la melena del de Orange, reconocible desde la distancia.
A través de una de las madres y amiga personal, Pablo terminó haciendo la promesa de ir a ver a las niñas jugar un partido. Aunque no advirtió cual y apareció este martes "de sorpresa". La madre que nos cuenta la historia nos dice que las niñas se pusieron tan nerviosas que les llegó a costar jugar. Claro, es que no todos los días tienes a un jugador del Dépor vigilándote.
Pero el partido acabó siendo lo de menos. Pablo se apoyó en una valla y disfrutó del encuentro. Y al terminar, sesión de fotos. Una a una con todas las jugadoras, que querían tener un recuerdo con el central. De hecho, no fueron las únicas. Muchos niños vieron al francés y, claro, todos querríamos una foto con él.
El fútbol es inherente a su componente social. Actos como el de Pablo dicen mucho sobre la persona que hay detrás de la camiseta. Muchas veces, entre partido y partido, nos olvidamos de eso. Pero siempre está bien recordarlo. Pequeños gestos que engrandecen un poco más el fútbol y también, como no, a un jugador que ha calado dentro del corazón de la afición.