El Deportivo logró dar el primer paso de cara al ascenso tras vencer al Castellón en la ida de las semifinales del play off de ascenso. Max Svensson puso el único tanto en una tarde en la que la afición fue la verdadera protagonista. Desde primera hora de la mañana dando color a la ciudad y acompañando al equipo con un recibimiento de excepción y una marcha desde María Pita espectacular.
El primer tiempo fue todo lo opuesto a lo que había sido la previa. La fiesta, los nervios y la excitación de una grada que apretaba en cada acción dio paso a un partido espeso y con poco ritmo. Apenas sin ocasiones en 45 minutos en los que Mario Soriano trataba de despegarse de Kochorashvili, un chicle de los que notas, molesta, pero no te das quitado. El partido definido en una pareja de baile: no había espacios y, aunque la pelota circulaba y llegaba a los pies del joker, nunca era en buenas situaciones.
El buen trabajo defensivo del Castellón apenas dejó resquicios. Pero los hubo. Svensson, quien sí se empapó del increíble ambiente de Riazor, probó con distintos disparos que no consiguieron superar al cancerbero visitante. Un Alfonso Pastor que desesperaba a la grada con reiteradas pérdidas de tiempo desde el primer minuto. Cuestión de guerrillas, pensaría él.
Los oreguts también tuvieron las suyas, en especial con un entonado Jesús De Miguel hacía cierto daño a la espalda. Entre tantas, un héroe inesperado estuvo a punto de erigirse ante Marathon Inferior, que hoy le tocaba disfrutar cerca del primer tiempo. Antoñito tuvo la más clara, pero demostró por qué lo suyo no son los goles. Blando y al medio, pese a que tenía tiempo para controlar y pensar la dirección.
El barcelonés, que seguía con el nervio de una hinchada que no paró de animar en ningún momento, terminó contagiando a los suyos. El Deportivo, sabedor de que necesita irse con una victoria, dio un paso al frente en la presión.
Fue precisamente Svensson quien se encargó de armar, cocinar y emplatar el 1-0. Entre sus muchos esfuerzos defensivos para presionar hacia adelante que habían quedado en nada o sustos, se coló un robo alto que materializó a la perfección. Como si lo hubiese poseído el espíritu de Riazor, esprintó con el balón dejando atrás a su par y plantándose en el área al galope. Reventó la pelota dirección Alfonso, y este no pudo hacer nada para evitar un golazo con sello Svenssoneta. Todos Riazor subido al '20'.
Tener un portero de garantías puede dar partidos y muchas veces marcar la diferencia para conseguir objetivos. En ese aspecto, la portería de Riazor lleva dos años con un candado irrompible. Cuando al Deportivo se le vieron las costuras; cuando el Castellón más apretó, ahí volvió a aparecer Ian Mackay. Hasta tres paradas magistrales durante el encuentro para dejar la portería a cero.
El Deportivo ganó y se lleva una buena renta a Castalia que tendrá que hacer valer para estar en la final del play off de ascenso. A Coruña lo merece y los herculinos han dado un primer paso en una carrera a la que le quedan todavía muchos obstáculos.
Once Dépor: Mackay; Antoñito, Jaime Sánchez, Pablo Martínez, Lebedenko; Villares, Bergantiños, Mario Soriano; Lucas Pérez, Svensson (Zalazar, min. 80) y Yeremay (Kike Saverio, min. 64).
Once Castellón: Alfonso Pastor; Manu Sánchez, Indias, Granero, Salva Ruiz; Calavera, Cristian (Pablo Hernández, min. 72), Kochorashvili; De León (Raúl Sánchez, min. 55), De Miguel y Koné (Fabricio, min. 72).
Árbitro: Conejero Sánchez (Comité extremeño). Amonestó con tarjeta amarilla al jugador visitante Calavera
Goles: 1-0 Max Svensson (min. 59)
Estadio: Riazor (28.828 espectadores)