Han pasado tres días desde que el Deportivo cayese en Castalia y se confirmase el dramático no ascenso. Por cuarta temporada consecutiva, los herculinos deberán empezar de cero. Con camino andado, porque parte del grupo podría continuar, pero avecinándose muchos cambios en la estructura general del club. Una nueva dirección deportiva, el futuro del banquillo y algunos nombres clave de la plantilla, los primeros retos para el enésimo renacimiento.
Continúa la pesadilla para uno de los históricos del fútbol español. Pocos pueden presumir de tener una liga en sus vitrinas, pero el pasado no da de comer en el presente. No sirve de mucho si la pelota no entra y, por eso, por cuarta vez, los herculinos se encomiendan a una nueva reestructuración para poder salir del 'pozo'. La Primera Federación ha ganado en atractivo, pero a nadie se le escapa que la afición deportivista merece más.
El club tiene varios frentes abiertos que debe ir cerrando en las próximas semanas antes de comenzar la futura planificación. Aunque en realidad, todo va de la mano.
A día de hoy no se sabe quién está confeccionando la plantilla. Y es que, en realidad, el tema está parado hasta que llegue un nuevo director deportivo. El club busca una figura que se encargue de la parcela futbolística y sustituya a la secretaría técnica saliente. Ahí han emergido cuatro nombres finales.
Fernando Soriano, avalado por Massimo Benassi; Cata, cuyo precio podría ser demasiado alto; Domingo Catoira, que acaba de abandonar el Espanyol; y Óscar Arias completan el casting de la dirección deportiva. Todos estos han quedado en la lista final según han informado fuentes como La Voz, Relevo, o Manu Sainz.
De esta mesa de cuatro debería salir el director deportivo que construya el nuevo proyecto y que se va a encontrar con varias situaciones inmediatas a solventar, destacando dos: el banquillo y los contratos de la plantilla.
Quien llegue sabe que va a tener poco tiempo para confeccionar una nueva plantilla que aspire a lo máximo. Pero antes de eso tendrá que sentarse con el actual entrenador y llegar a un punto común. Rubén de la Barrera tiene contrato hasta 2024, pero una cláusula le permitiría salir si no está convencido del proyecto.
De La Barrera cuenta con el apoyo de la afición y ha sido un soplo de aire fresco, pero quiere ciertas garantías. Según explicó La Voz, antes de tomar la decisión de continuar, Rubén querría una reunión con el que sea el nuevo director deportivo. Y a partir de ahí decidir en común el futuro del club. Las líneas del proyecto y la visión deben ser conjuntas.
El Deportivo tiene una restructuración entre manos que condiciona ahora mismo la planificación deportiva. Con el final de la temporada, tan solo Max Svensson se ha despedido de A Coruña. Hasta nueve jugadores acaban contrato o cesión. El futuro de Alberto Quiles parece decidido, pero hay otro buen número sobre los que se debe tomar una decisión.
Sin embargo, no son los que acaban contrato los que más preocupan, sino jugadores de peso como Mario Soriano que seguramente cuenten con el interés de equipos de superior categoría; o jóvenes promesas que este año han contado con poca participación, como Peke y Trilli. Ambos con contrato hasta 2025 y 2024, pero que son activos interesantes en el mercado. El nuevo proyecto debe tratar de convencerlos después de un año complicado. Especialmente para el de Ortigueira, que ha pasado una temporada muy dura relegado al ostracismo absoluto hasta la aparición de Rubén de la Barrera.
Son muchos los frentes abiertos para un Deportivo en el que se avistan cambios en otras áreas. Los próximos días serán claves, pues el tiempo corre en contra para empezar a planificar la próxima temporada. Una más de renacer para el conjunto herculino.