Han pasado más de 10 años desde que Augusto César Lendoiro, el creador de la mejor época de la historia del Deportivo, tuviese que dar un paso a un lado. Eran tiempos de cambios, pero nadie se imaginaba la situación en la que una década después estaría el club. Desde entonces han pasado 5 presidentes y 14 entrenadores. Camino de sumar una cifra más y en plena revuelta por la bomba mediática que supuso la salida del consejo, presidente y entrenador del club (este último cesado), nos recibe en el Hotel Riazor, allí donde cerró fichajes y acogió a algunos grandes nombres. Han pasado los años, pero su figura sigue generando respeto, la afición le recuerda con cariño y es habitual verle hacerse fotos con los más pequeños. Nos habla del Dépor, su Dépor; nos da su visión y, como viene haciendo en los últimos años, estira la mano. Desde que se fue, nadie del club le ha pedido consejo, aunque él siempre ha estado dispuesto a ayudar.
P.- Lo primero, en lo personal, de salud, ¿cómo se encuentra?
R.- Bien, bien, como diría el otro, depende de comparado con quién. No aspiro ya a ir a una Olimpiada, pero me voy defendiendo bien. No hay queja. Ya sabes que si te quejas es peor. Se ríen mucho los que te quieren mal y sufren los que te quieren bien.
P.- La actualidad manda. Lo de ayer fue una bomba. ¿Usted cómo lo ve?
R.- Lo difícil es ver algo. Son tantas cosas de repente, tanta información acumulada y contradictoria. Yo creo que si quisiesen hacer un guion de una película extrañísima y unen el partido del domingo pasado con la noche de ayer (miércoles), cualquier guionista quedaría por debajo de las condiciones. El partido lo pudo ganar uno u otro, al final ganó el que tristemente lo hizo. Pero todo lo que ocurrió ayer sin que nadie lo esperase… espero que algún día sepamos de verdad lo que ha ocurrido. De momento son todo entelequias y es difícil aventurar posiciones. Tuvo que ocurrir algo muy claro que a lo mejor ya estaba decidido desde hace tiempo. A ver ahora qué nos ofrecen las últimas noticias.
"Hay que ser realistas. Ahora el que manda manda. Somos 25.000 accionistas, pero 24.999 no damos ni tabaco"
P.- Usted que sigue siempre la actualidad del club, cuando ve esto, que es el cuarto año en una categoría no profesional, que es su Dépor, ¿cómo lo ve? ¿Qué siente?
R.- Triste. Pero hay que ser realistas. Hemos pasado de una situación en la que cualquiera podía plantearte una moción de censura y cualquiera podía ganarte unas elecciones como así fue. Sin embargo ahora el que manda manda. Somos 25.000 accionistas pero 24.999 no damos ni tabaco. Es la realidad. Hay un accionista que tiene una mayoría aplastante y hay que aceptarlo en ese sentido de buenas formas. Pero es triste porque no puedes opinar. Tu opinión no vale para nada, no puedes debatirla en una cierta igualdad de medios. Eso es triste porque el Deportivo nació precisamente como todo lo contrario. Una especie de capitalismo de pueblo donde todos fuéramos partícipes de la propiedad un gran club, donde nadie tuviese más del uno por ciento del capital social y que eso evitaba todo eso. Las circunstancias dio lugar a que no pudiera ser así.
Yo sufrí, entre comillas, porque era lo que precisamente queríamos en el nacimiento de esa idea, yo me tuve que presentar a unas elecciones que al final no me presenté porque se veía que el club quería un cambio y era bueno no discutir más. Gracias a esa especie de capitalismo mayoritario de toda la ciudad se pudo producir un cambio grande en el club en ese sentido que vino después en el año 2014 donde aparece Tino Fernández gracias a esas posibilidades. Era muy bonito, permitía que en un momento determinado el accionista pudiera decir: usted estuvo bien, pero quiero un cambio. Eso se mantuvo durante un cierto período de tiempo, no de la misma forma pero parecida, hasta el caso actual donde Abanca barre.
P.- A raíz de esto que me comenta, la transformación de los clubes en SAD ha alejado al aficionado?
R.- Precisamente nosotros tratamos de que no ocurriese y por eso imponemos lo que nadie hizo, que nadie podía tener más del 1% del capital social. Porque hay una cosa que es incluso peor que que haya un solo accionista, y es que haya tres o cuatro que jueguen entre ellos. Ahora tú, después yo… Eso es todavía peor. Hay uno que manda para bien y para mal que lo elegía toda la mayoría. Era muy bonito, pero como todas las cosas bonitas terminan enseguida. Esa etapa en concreto el club era como había sido siempre. La SAD pasó a ser como el club de antes. Nosotros participamos, podíamos habernos quedado con una mayoría, pero pensamos una cosa: ¿de quién es el club? De los socios. Les devolvimos a los socios la propiedad del club, les regalamos entre comillas las acciones. Ellos tenían que poner dos acciones y 20.000 pesetas, pero devolvíamos 40.000 con la fidelidad del socio, lo descontábamos con el carnet. Aquello fue muy bonito, capitalismo popular. Era ejemplo para todo el fútbol español que normalmente era propiedad de uno o de varios. Esa propiedad abierta era un caso excepcional.
"Nosotros participamos, podíamos habernos quedado con una mayoría, pero pensamos una cosa: ¿de quién es el club? De los socios. Les devolvimos a los socios la propiedad del club"
P.- Mencionó la época en la que usted se marcha y entra Tino Fernández. Desde entonces ha habido cinco presidentes y 14 entrenadores, dos de ellos repitiendo como Fernando Vázquez y Rubén de la Barrera. ¿Con tanta inestabilidad se puede construir algo?
R.- Ahora tendrá que haber otro, no sé cuántos van, pero llevamos muchos. Cosa que es muy mala. El proyecto no tiene visos de futuro si no es con el mismo presidente y con el mismo entrenador. Yo tuve la satisfacción de tener dos entrenadores siete años, Arsenio e Irureta. Gracias a eso puedes hacer un proyecto a imagen y semejanza de todos. Si vas cambiando de presidente, de entrenador, de consejos… es evidente que no puede haber un proyecto. Como su nombre indica es algo que haces pensando más que en el presente, en el futuro. Yo asistí a un momento en el año 88, hace poco se cumplieron 35 años que yo empecé, el 30 de junio de 1988. Yo era el cuarto presidente de una temporada con tres entrenadores. Cambiamos radicalmente. Pasamos a una presidencia y un consejo prácticamente sin cambios durante 25 años y a tener dos entrenadores el primero siete años y poco después otros siete años Irureta. Más de la mitad fueron solo dos entrenadores. Hubo otros como Lotina con cuatro años… en fin. Solamente cesamos a tres entrenadores en 25 años. Los demás se marcharon al acabar el curso o su contrato. Eso es fundamental en el fútbol para tener un ambiente que todo el mundo lo entienda como bueno, propio y agradable.
Forza Dépor! pic.twitter.com/AHtTH2qTui
— Rubén de la Barrera (@rubibarrerafdz) June 15, 2023
P.- Y en todos estos años, ¿a usted nunca le han llamado? Para pedir un consejo o ayuda.
R.- No. Nunca, nunca. No solo el último consejo. En unos casos sí y otros no me han invitado al palco. Pero desde luego ni una sola vez me han dicho, ‘oye tú qué crees sobre este particular’. La opinión la puedes dar a cualquiera y luego el que toma la decisión tiene la responsabilidad. Nunca he estado un poco como asesor. Es lo que yo les decía, mira, es una cuestión de sentido común. Si has estado 25 años en el fútbol profesional y más de 25 años en el fútbol aficionado, tienes que ser muy bruto para no saber algo de esto. Y para decirle: no hagas esto que ya lo hice yo y cuidado. Esto hazlo que te puede salir muy bien. No entendía por qué no me lo preguntaban. Había seguramente también tanto fuerzas muy fuertes en la ciudad desde medios hasta instituciones que le impedían un poco, no sé por qué, que les pudiese asesorar. Una persona que ha vivido toda su vida en el mundo del fútbol. Claro que sé de fútbol. Sería muy burro para no saber un poco. Como todo el mundo he cometido errores, pero yo pienso que más aciertos que errores.
"Si alguien me llama, que dudo que alguien lo haga, pero si lo hacen, está claro que yo voy a ponerme a su disposición"
P.- Rubén de la Barrera dijo que eran tan deportivista que si le llamaban de nuevo cogería el teléfono. ¿Si le llama el club a usted?
R.- Es lógico. Si lo estoy diciendo ahora que me extrañó que durante muchos años me extrañó… si alguien lo hace, que dudo que alguien lo haga, pero si lo hacen, está claro que yo voy a ponerme a su disposición para darle la impresión de lo que yo pienso que se puede y se debe hacer. Hay que partir de la base de que soy una persona del fútbol 100%. Yo aprendí a leer en un Marca, a los 15 años fundé el Ural, que sigue estando a un nivel extraordinario. Fuimos campeones de A Coruña, Galicia y casi de España. Un paso rápido por el Liceo, yo patinaba muchas veces pero nunca me puse unos patines. Mi deporte era el fútbol y le dediqué toda mi vida. 25 años a mayores. Desde los 15 hasta los 68 años ininterrumpidos de presidente de fútbol. Lo que hablábamos antes, si no aprendiste algo, eres terriblemente burro. Algo habré aprendido. Eso es lo que puedes transmitirle a todo el mundo. Un bagaje que igual hablando conmigo unas horas o unos días, vas a aprender mucho más y te voy a poner en contacto con una serie de gente que probablemente no hayas tenido posibilidad nunca de haber estado en contacto con ellos y te pueden ayudar. Siempre que no te aproveches de esas situaciones. Como cuestiones de normalidad es así.
Momentazo de afición y Lendoiro: "¡Presidente, presidente!"
P.- Lo que sintió en la manifestación
R.- Eso sí que es una emoción enorme. Yo estaba escuchando desde mi casa la manifestación antes de verla. Allí hay muchas manifestaciones y hay cuatro gatos. Pero de repente escuchas un ruido… en mi casa se come tarde el domingo. Estábamos empezando a comer y tal, eso que oyes, me acerqué a ver cuánta gente va. Se pararon enfrente de mi casa. Empezaron a cantar cosas (‘presidente, presidente…’). Fue muy emocionante. Es lo que te queda. El cariño infinito que ves en la calle y que tristemente no hay esa conexión de la calle con el club. Es ley de vida. Yo ya sé que las cosas no son infinitas, que los tiempos cambian, que la gente se cansa de las mismas caras. Pero la realidad es la que hubo, la que vivimos con más o menos éxito, que fue muy brillante, y ahora es una etapa de tristeza y dificultad. Posiblemente en cuanto a tantos años en la tercera categoría sea la peor época de la historia. Los que lo hemos vivido y disfrutado 25 años en directo… he vivido toda la vida. De una forma más intensa cuando fui presidente porque el presidente no puede mirar a otro lado. Eres tú el que tiene que solucionar los problemas. El presidente es. No tiene nada que ver otros puestos. Cuando lo eres no te queda otro remedio. Eres el responsable si sale bien o si sale mal.
P.- Con todo lo que ha sucedido estos días, ¿el Deportivo como marca ha perdido credibilidad y atractivo?
R.- La marca es muy difícil perderla, igual que es muy difícil crearla. Pero es lógico que girones tienes que ir perdiendo cuando las circunstancias son las que son, la clasificación es la que es, y esto que tenemos a mayores. En el mundo del fútbol se cuenta todo. Eso no es bueno. De momento la marca está muy por encima, lo que no hay es que cometer errores de bulto, que es peligrosísimo. Eso hay que saberlo digerir y vivir. Yo lo dije desde el primer momento cuando Escotet dijo que era una empresa más que iban a hacer una serie de cuestiones. En la despedida se habla de digitalización, empresa sostenible… todo eso está muy bien. Pero al fútbol se juega con un balón y un árbitro. Lo demás… lo que ocurre en el terreno de juego depende de once jugadores. Donde hay que invertir es en los jugadores. Los demás, como mucho, damos tabaco. Eso no se puede transmitir de otra manera. La empresa del fútbol es una empresa súper excepcional. No es Pescanova, con lo importante que es. El Deportivo es distinto. Esto no se compra en la plaza o en el mercado de abastos o en el mar. No se pesca. Ya puede tener todo de maravilla, las mejores redes sociales, la mejor tecnología. Lo puedes tener todo. Pero si no tienes quien la enchufe, el Quiles nuestro, el Mbappé, cada uno a su nivel. Si no tienes ese, tienes muchos problemas. Eso sí, puedes tener el local social más bonito y el mejor estadio. Pero son once los que hay que cuidar de verdad. Es lo que de verdad le interesa al aficionado.
P.- Hablando de aficionados, el otro día tras perder ante el Castellón estuve hablando con algunos. Hubo uno que dijo ‘cuando fuimos los mejores’. ¿Usted cree que el Dépor llegó a ser ‘el mejor’?
R.- ¿El mejor de España? ¿O el de Europa? (se ríe). Hablar del mejor no es fácil. Lo que sí que creo es que estuvimos siempre, y la prueba es que nosotros no fuimos ni siquiera cuartos en la época brillante. Siempre fuimos primeros, solo una vez, pero estuvimos a punto por lo menos otra; segundos, que fuimos muchas, o terceros. Estábamos en el Top10 de los tres primeros clubes de España. Con posibilidades de Europa. Jugamos dos semifinales, primero de la Recopa y luego de la Champions. ¿El mejor? Yo creo que es difícil decirlo. Pelear por ser el mejor, seguro. Estamos hablando del Madrid de los galácticos, la época de Cruyff y el Dream Team, el gran periodo del Valencia, el Zaragoza y el Celta tenían gran equipo. El Atleti, fíjate, nos olvidamos casi de ellos. El Atleti para nosotros a lo mejor no era una gran rival. A quien se le diga esto. Pero es la gran realidad.
Yo estaba convencido, aunque a veces con Arsenio teníamos nuestras dificultades de entendimiento, yo decía que hasta que dejáramos de tener posibilidades de ser campeón yo siempre me ilusionaba con serlo. Si después no lo éramos, yo no decía nada, era normal. Pero mantener la ilusión era tensión a los jugadores y cuerpo técnico. Decir: eh, que tenemos equipo para ser campeones. ¿Si no lo éramos? Vale, no pasa nada, otros tienen más obligaciones. Nunca tuvimos un presupuesto superior a los 75 millones. Hoy con los sistemas de televisión, con esos puestos que nos movíamos, estaríamos en los 160-170 del campeón y los 115-120 del tercero, y cobrábamos 15 o 20. Ahora es mucho más fácil pelear. Algunos clubes como el Villarreal o la Real Sociedad demuestran que se puede. Y eso que creo que les falta el punch que yo sí lo tenía. Arriesgar para ese salto que necesitas y ese riesgo, jugártelo a tener un par de jugadores que fueran verdaderamente diferenciales. Esa es la cuestión de un ganador. Tiene sus riesgos, a veces te sale bien y a veces te sale mal.
P.- Yo reconozco que camino a la entrevista venía pensando en aquel partido de Oporto. Mi generación lo vivió de pasada o incluso no lo vivió. ¿Usted alguna vez piensa en aquella eliminatoria? Le da una vuelta y piensa… ¿era nuestra?
R.- Sí, pero no fue quizá… yo creo que en Europa tuvimos otras ocasiones para ganar. Esa sí que la habíamos perdido tontamente. La primera ocasión fue la que nos elimina el Leeds. Jugamos un partido horrible allí y perdimos 3-0, aquí ganamos 2-0 y pudimos marcar muchos más goles. Ese año el Deportivo sí pudo haber sido campeón de Europa. Hay un partido que para mí siempre… y estábamos en octavos de UEFA. Pero no como ahora, que hablan del Sevilla, pero ojo, que lo de ahora es Europa League, segunda división de Europa. También es muy importante, pero segunda división. La UEFA era Primera A o B. No sé si en la época de la UEFA era más difícil ganar la Copa de Europa o ganar la UEFA. Porque los que ahora van a Champions, el segundo, tercero y cuarto, ahora vana UEFA. Nosotros fuimos el año después del penalti de Djukic. Y yo creo que aquel es el momento más triste en Europa. Peor incluso que cuando perdemos tanto con el París Saint-Germain como el Oporto. Porque por ejemplo cuando perdemos con el Oporto es de esos días que piensas que no puedes ganar. Por unas razones o por otras. Era un día horrible, llovía, hacía viento, frío… días terribles para jugar. La verdad es que lo hicimos mal, los árbitros no ayudaron, sobre todo en Oporto.
Pero a mí el que me quedó grabado sobre todo fue el partido con el Borussia de Dortmund, que debía ser de octavos de final de la 94/95. Fue un desastre. No sé todavía qué pudo pasar. Merecimos ganar aquí y allá de goleada y nos eliminaron en la prórroga. Esos son los pensamientos que a veces te vienen. Yo me doy cuenta de cuándo haces méritos para ganar y cuando no. El partido del famoso penalti, yo me doy cuenta que no lo merecemos ganar. Otra cosa es que a última hora te viene a ver Dios con un penalti. Entonces dices, hombre, ahora vamos a ganar. Y entonces fallas y te llevas un disgusto. Estabas convencido de que el partido podía durar días y días y no marcabas. Pero esas son las situaciones que verdaderamente tú como persona entendida de fútbol y avezada, entiendes cuándo debes de ganar y no. Cuándo tienes la oportunidad y ganas o no. Esa es la diferencia de los disgustos. El día del Borussia me llevé el mayor disgusto.
Hasta aquí la primera parte de la entrevista con Augusto César Lendoiro.
El sábado, en ElDesmarque, subiremos una segunda parte en la que nos hablará del Centenariazo, fichajes de época, el Súper Dépor o entrenadores históricos como Luis Aragonés y Oleg Romantsev.
Desde ElDesmarque queremos agradecer a Augusto César Lendoiro su disponibilidad y amabilidad para dedicarnos el tiempo necesario para realizar esta entrevista que tanto hemos disfrutado.
Pero hay alguna duda de quien es el mejor es y sera el mejor presidente de la historia del Depor y el desastre emoezo por Timo Fernandez que desastre de presidencia y no hablemos de lo que vino despues, que nos viene hablar el ultimo de sostinabilidad y modernizar que pena que sabran estos todos de futbol pero esperemos con lo que viene pero de verdad no hay en Coruña o en galicia alguien para la parcela deportiva y traemos alquien que no se si lo conocen en su casa y despues contratamos entrenador y jugadores de una agencia y asi nos va...GRANDE LENDOIRO....
Mientras no nos centremos en mirar al futuro, conscientes de donde estamos, no saldremos del pozo. Admirè a este señor por sus logros (enormes) y lo critico por sus errores (graves) pero es una gran virtud echarse a un lado de una vez.
Mientras no nos centremos en mirar al futuro, conscientes de donde estamos, no saldremos del pozo. Admirè a este señor por sus logros (enormes) y lo critico por sus errores (graves) pero es una gran virtud echarse a un lado de una vez.
GRANDE PRESI MUY GRANDE. Gracias por hacernos felices a todos los coruñeses y sentirnos orgullosos do NOSO DEPOR,gracias por situar en el mapa mundial una ciudad pequeña como LA CORUÑA,gracias por ser DEPORTIVISTA HASTA LA MEDULA. espero y deseo que si de verdad quieren cambiar a mejor cuenten contigo,en la situación actual necesitamos de todo aquel que quiera aportar al DEPOR,y nadie mejor que DON AUGUSTO LENDOIRO PRESI DE PRESIS. FORZADEPORSEMPRE FORZALENZOIROSEMPRE