La crisis en el Deportivo se agrava: su mayor activo está harto y el vaso colmado
El Deportivo se encamina a su enésima reconstrucción, pero por primera vez en varios años lo va a hacer envuelto en un gran ruido e inestabilidad debido al malestar de la afición con la directiva herculina. La falta de explicaciones de la propiedad ha conllevado a una ruptura total después del despido de Rubén de la Barrera, la gota que ha colmado el vaso. Las peñas deportivistas han convocado una manifestación el próximo jueves 29 y la situación no puede ser más grave. El Dépor, de momento, explica a ElDesmarque que no hará ninguna explicación pública al respeto.
Y al final el agua terminó rebosando una piscina que parecía infinita. Pero no, la paciencia de la afición del Deportivo tiene un límite y se ha acabado. O mejor dicho, la han agotado. El deportivismo no puede más y por eso va a dejar claro sus pretensiones. Los fracasos deportivos del club podrían tener un pase, pero la hinchada se siente ninguneada. Cree que la propiedad les da la espalda y nadie les escucha.
Si para un club con 25.000 socios es grave militar en la tercera categoría por cuarto año consecutivo, más problemático es hacerlo con un enfado generalizado que acaba teniendo consecuencias.
Los motivos del enfado de la afición del Deportivo
A bote pronto uno podría pensar que el gran enfado de la hinchada se debe a la categoría. Pero no. Los aficionados del Deportivo son fieles, lo han demostrado con creces y nunca abandonan. Incluso en el peor momento de la historia de un club con más de un centenar de años de vida. Ahí están cada jornada. Cifras históricas pese a que una vez más la temporada ha terminado con decepción. Pero el triste final en Castalia no fue el gran problema, sino lo que vino después.
El cese del consejo de administración, presidente del club y entrenador ha terminado por torpedear el clima que se vivía en A Coruña. Un escueto comunicado carente de explicaciones que a la afición le ha sentado como una bofetada en la cara. Después de aquello se reunieron las peñas y distintos colectivos. Más de 70 representantes en una reunión de emergencia que acabó con un aviso desatendido. El club, que horas antes había convocado de manera oficial una junta de accionistas de forma telemática, la primera sin presencialidad, emitió minutos después un comunicado pidiendo paciencia y asegurando estabilidad.
No fue suficiente. Como explicó Luis Martínez, presidente de las peñas, la afición quería explicaciones sobre lo que estaba sucediendo, el rumbo que el club tomaba, el motivo de decisiones tan importantes. No podía reinar el silencio. No hubo respuesta. La reacción: una manifestación desde Plaza Pontevedra hasta Abanca para el próximo 29 de junio a la que veremos si el club puede poner remedio a tiempo.
— FPDeportivistas (@fpdeportivistas) June 21, 2023
La afición está enfadada. Y mucho. Por la falta de transparencia, la falta de explicaciones y por haber cesado a uno de los suyos. Siete días después, el Deportivo sigue sin entrenador y ningún nombre convencerá de primeras como ya lo hacía De La Barrera. Papeleta complicada para un Fernando Soriano al que le toca -sin culpa ninguna- trabajar entre el revuelo. ¿Y ahora qué?