Lionel Scaloni armó un auténtico revuelo en A Coruña. Miles de personas acudieron a su encuentro en María Pita, y también en Riazor, donde se dio un auténtico baño de masas. Allí estaba Adolfo, un seguidor ourensano que guarda una historia muy particular. Pidió media jornada libre en el trabajo, condujo dos horas y espero otras tres por el seleccionador. Se perdió medio partido, pero lo consiguió: la foto y la firma del de Pujato. En ElDesmarque contamos su historia.
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Todo por amor a los colores o a los ídolos. El aficionado no entiende de límites y algunos hacen todo lo posible por tener una foto con quien más admira. Hay muchos casos, pero el martes conocimos el de Adolfo. No es la primera locura que hace por pasión a algunos de los jugadores de la época más gloriosa, pues en su casa tiene también la camiseta de su mayor ídolo firmada: Roy Maakay.
Pero el martes era el día de otro de sus grandes referentes: Lionel Scaloni. Así que hizo todo lo posible por una foto. No es fácil porque no eran sus vacaciones y no es de A Coruña. Sin embargo, puso todas sus cartas en la mesa para conseguir su objetivo.
Pidió la tarde libre en el trabajo, lo que le restará medio día de vacaciones; condujo dos horas desde Ourense y pasó otras tres en Riazor esperando. Allí, entre la puerta 29 y la 0, aguardaba con nerviosismo su posible llegada. Y un punto de desesperación, porque sin confirmación oficial de por dónde llegaría, aquello por momentos fue un caos.
De hecho, Adolfo se perdió la primera parte del partido. Pero el encuentro ante el Atlético Arteixo no importaba. Él estaba allí por Scaloni.
Hubo muchos nervios cuando Scaloni apareció por otra entrada. No iba a ser por la puerta del palco vip, sino por el párking. Pero tras la carrera maratoniana de lado a lado, y un poquito más de drama hasta que Scaloni se acercó, al final, hubo foto y firma.
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Adolfo consiguió su foto y su firma