El Dépor tiene nuevo '10': Pablo Valcarce. Ha sido una de las novelas del verano y por fin ha desembarcado en tierras coruñesas. Extremo diestro de 30 años, guarda una historia muy especial: tiene un hermano gemelo llamado Luis. Compartieron vestuario, carrera y vida; estudiaron lo mismo y durante años también formaron pareja en varios clubes como el Numancia. Ahora, uno recala en Riazor mientras el otro lo ha hecho en el Real Avilés Industrial. Desde allí, a pocas horas de un amistoso, atiende a ElDesmarque para hablar de la otra parte de sí mismo. "Somos uña y carne", explica.
El nuevo fichaje del Dépor tiene un hermano gemelo y es lateral izquierdo. Se llama Luis y, al igual que él, es enfermero. Estudiaron juntos y han vivido una carrera deportiva prácticamente de la mano. Fue el que actúa como lateral quien dio primero el paso al profesionalismo y poco después le llegaría la oportunidad a Luis.
Le preguntamos por sus características y nos explica que "la polivalencia que le ha caracterizado estos años le ha permitido jugar en banda izquierda, derecha o mediapunta. Incluso de delantero". No cree que esa sea su posición ideal, pero tampoco la de un jugador de banda natural. De su gemelo destaca "la capacidad que tiene para detectar espacio entre líneas y el gol que tiene".
Además, advierte, es un buen rematador de cabeza. "Sabe aprovechar esas segundas jugadas y llegar al área. Va muy bien de cabeza a pesar de la estatura. Es algo que despista a los defensores. Ataca muy bien el balón para el remate.", concluye.
Ambos han pasado muchas horas de fútbol juntos, pero también de libros. "Hemos compartido toda la vida juntos. Somos enfermeros los dos. Nos fuimos a Soria, prácticamente yo lo hice con antelación llegar al fútbol profesional, pero hicimos la carrera juntos, jugamos juntos en el juvenil y en el filial. Yo me adelanté y él año y medio después ya estaba conmigo en el primer equipo", relata Luis.
Jugar con un hermano es particularmente distinto. Todo es más emocional. Pero destaca, sobre todo, la posibilidad de poder hablar sin tapujos con él. "Puedes decirle las cosas sin miedo. En el fútbol siempre hay roces y egos", explica sobre una confianza que les ha permitido "formar un buen tándem".
El Deportivo se lleva un jugador hecho a sí mismo. Destaca por encima de todo los valores aprendidos en casa Valcarce: "el esfuerzo, el sacrificio y la humildad". Todo eso le ha permitido llegar a donde está y ahora asumir un reto importante. "A mi hermano nadie le ha regalado nada. Ha peleado y luchado como el que más y siempre por el bien del equipo. Es un reto más en su carrera y qué reto", finalizó.
"Le dije: 'Espero que con tu llegada vuelva a ser el Súper Dépor' "