Tere Abelleira es campeona del mundo. La centrocampista pontevedresa es una de las 23 heroínas que han llevado a la selección española a lo más alto en el Mundial de Australia y Nueva Zelanda. Su ciudad natal la ha recibido como una leyenda, miles de personas abarrotaron la Praza da Pedreira para felicitar a la jugadora. En Pontevedra dio sus primeros pasos como futbolista, en la Agrupación Juvenil Lérez.
La trayectoria profesional de Tere Abelleira supone un buen ejemplo del cambio que se está produciendo en el deporte femenino en España y especialmente en el fútbol. Merced al apoyo de firmas como Iberdrola, las jugadores hoy profesionales pueden dedicarse a su verdadera pasión, aunque no siempre fue así y el panorama era bien distinto hace años. Como a otras muchas futbolistas le tocó competir con chicos. "Solo disfrutaba en el verde", confesó para ElDesmarque en una entrevista donde todo empezó para ella, en el campo de A Xunqueira. Abelleira sabía que se perdía una parte muy importante del fútbol. Convivir en un vestuario, hacer grupo. Eso lo encontró primero en el fútbol sala, en el Poio. Pero fue en el Deportivo de La Coruña donde pudo por fin sentirse plenamente una futbolista. Tere Abelleira no pudo reprimir las lágrimas al hablar del Dépor. "Gracias a todas ellas hoy soy campeona del mundo", confesó.
La campeona del mundo recibió un mensaje muy especial de las jugadoras del Dépor. Milene, Eva Dios, Raquel, Henar, Samara y Cris Martínez. Todas ellas no dudaron en desplazarse a Riazor, el templo herculino, enfundarse la camiseta del Dépor y felicitar a su antigua compañera. Tere Abelleira, ahora en el Real Madrid fichó por el conjunto blanquiazul con 16 años y guarda muy buenos recuerdos de A Coruña.
En el Dépor pasó cuatro años. Desde sus primeros días en una residencia de monjas incompatible con sus horarios de entrenamiento hasta su llegada al Liceo, donde residió y estudió mientras iba haciéndose un nombre en el mundo del fútbol. Portar el brazalete de capitana del Dépor, ascender a la Superliga Femenina y pelear incluso por la primera posición en una temporada marcada por la pandemia del coronavirus son recuerdos imborrables para Tere Abelleira. Por ello, al ver como sus compañeras, la felicitaban no pudo contener las lágrimas.
"Mi recuerdo en Coruña... es donde realmente empecé a darme cuenta de lo que podía llegar a conseguir. Donde confiaron en mí de verdad. No solo al gente del Dépor, también mis compañeras que hoy en día son mis amigas", recordaba emocionada Tere Abelleira. "Llegué siendo una niña y me trataron como una de la familia. Es de las experiencias más bonitas que tuve. Gracias a todas ellas hoy soy campeona del mundo", reconoció la exjugadora deportivista.