Claudio Barragán y la presión del Dépor: "Yo ante 90.000 personas estaba como pez en el agua"

Claudio Barragán sigue muy atento a la actualidad del Deportivo de La Coruña. No en vano, fueron cuatro años como delantero del primer equipo coruñés. El ahora técnico, que no entrena desde que saliera del Recreativo de Huelva en 2021, ha valorado, como ayer hiciera Augusto César Lendoiro, la trayectoria de este Dépor. Sigue sin ganar en Riazor esta temporada y ahora toca aguantar mofas desde Vigo por perder contra su filial. Muchas voces, de hecho, apuntan a la presión del estadio y de la afición herculina. Sin embargo, al exjugador deportivista le entra la risa cuando se habla de la presión que existe en Primera RFEF y cómo vivió él esa etapa de su vida. A continuación, sus palabras:

Lo ha hecho en Coruña Deportiva, de la Cadena SER. En primer lugar, valoró la trayectoria del equipo: "Si en esta categoría no arrancas bien luego es muy difícil engancharse a esa zona alta para poder jugar el play off, por no decir el ascenso directo". Eso sí, es consciente de que un club de esta entidad no está hecho para todo el mundo: "El Deportivo, por historia, afición... genera, a nivel grupal, un estado que pocos jugadores pueden aguantar emocionalmente", sentencia.

"Riazor impone": Claudio Barragán no niega la mayor

Asimismo, tiene claro que Riazor pesa en el jugador, aunque él supo adaptarse: "Yo lo he vivido en mis carnes e impone. Para mí era todo lo contrario, era una motivación extra, pero el efecto no es el mismo en todos los futbolistas", reconoce.

Y es que Claudio Barragán ha jugado en escenarios de máxima exigencia y siempre se ha sentido cómodo: "Cuando íbamos a Madrid o a Barcelona a jugar había 60.000, 70.000 o 90.000 personas y yo me sentía como un pez en el agua. Y en casa igual porque sabía que tenía el apoyo de la afición".

Para el técnico había un truco que le ayudó a ganarse el favor de Riazor en su etapa como futbolista: "A poco que le dieses la ibas a tener ahí. Era una de las cosas que tenía en mi mente y siempre me funcionaba". Eso sí, entiende que la situación actual es completamente diferente: "La presión que hay ahí en el Dépor, después de los últimos años de mala suerte, en play off y en todo, que los tenías a mano y no conseguirlo, duele mucho".