A Julio Álvarez se le podría considerar un futbolista de culto. Por su increíble zurda, su buen trato de balón y una carrera 'por debajo del radar' en equipos como Racing de Santander, Rayo Vallecano, Murcia o el Numancia, donde acabó echando raíces y se acabó retirando en 2018. Nacido en Venezuela, pero criado en Sada, es uno de esos futbolistas coruñeses que, como Róber Pier, no llegó a jugar nunca en el primer equipo del Dépor tras pasar por su cantera. Y eso que opciones para volver tuvo más que de sobra, pero siempre acusó a Lendoiro de poner trabas a su regreso.
"Lotina me llamó para decirme que va a hacer todo lo posible. Es Lendoiro quien no quiere que se dé esa situación, me guardaba rencor por mi salida de aquí", aseguró en una entrevista concedida a la Cadena SER en 2018. Ahora, casi seis años después, el sadense se ha explayado sobre su salida del Dépor rumbo a la cantera del Real Madrid en 1997 cuando era Juvenil.
En una entrevista concedida al podcast Offsiders, Álvarez vuelve a señalar directamente a Lendoiro, acusándole de una persecución que afectó también a su familia.
"Vino a buscarme el Madrid y el Barça, y yo no quería moverme del Dépor (...). Pero vienen los grandes y hay ahí un conflicto con Lendoiro. Mi padre llegó a casa y me dijo que tenía que decidir qué hacer: si quedarme en los juveniles del Dépor tres años o firmar un contrato hasta 2017. Lendoiro quería atarme, y en esa época se llevaban mucho los contratos a veinte años", afirma.
Y es que su padre vivía un auténtico "conflicto moral", tal y como rememora el exfutbolista. "No quería hipotecar la vida de su hijo con un contrato de veinte años. Había unas cantidades económicas importantes, pero no le movía el dinero y me decía que lo mejor es que firmara el contrato de tres años. Y luego, si daba el paso, que el Dépor tuviera una preferencia para firmarme un contrato si llegaba a profesional. Ahí es cuando llega el conflicto con Lendoiro", añade.
"Él no lo entiende y nos hace eso del 'o firmas o no juegas'. Yo con 16 años no entendía eso, pero a mi familia y a mis amigos les dije que no me iba. Lendoiro se puso firme y tomé la decisión de irme al Real Madrid por honor y por valores", explica.
Ahí es cuando, según él, comienza una persecución que va más allá de lo deportivo y que afectó también a su familia: "Mi padre es un empresario muy pequeño, y Lendoiro era también el presidente de la Diputación de A Coruña en aquél momento. La Diputación entregaba trabajos por concurso a distintos empresarios según el trabajo que hacen. Un amigo le escuchó a mi padre decir que le afectaba en lo laboral. Lendoiro se metía personalmente para quitarle concursos y trabajo a mi padre. Cuando escuché eso llamé a mis compañeros y les dije que me iba al Real Madrid. Para mí, mis padres son lo más sagrado".