La Comunidad Valenciana vive días trágicos tras la hecatombe que ha provocado la DANA. Inundaciones que han dejado centenares de fallecidos, destrozos de todo tipo y pérdidas imposibles de cuantificar. Un verdadero desastre. La ayuda llega a los valencianos que lo han perdido todo desde muchos rincones. Además de las personas que se han desplazado hasta la región para tender su mano en todo lo posible, asociaciones, entidades y equipos de fútbol organizaron recogidas y envíos de productos de todo tipo. El Dépor, sin ir más lejos, envió este lunes alrededor de 80 toneladas de alimentos y ropa. Ahora ha sido Pablo Vázquez, uno de sus jugadores, el que ha expresado su sentir sobre la situación que se vive allí.
Su opinión viene fortalecida por su hermano, quien trabaja en una empresa de Gandía que se está encargando de repartir productos de primera necesidad en las poblaciones más afectadas. Pablo Vázquez, gandiense de nacimiento, ha relatado a través de sus redes sociales las penurias que está viendo su hermano en la zona a cada paso que da.
El central del Dépor quiso denunciar la falta de organización y de personal que existe en la región valenciana cuando ya ha transcurrido una semana desde las desastrosas inundaciones. Queda mucho por hacer y la inacción por parte de las autoridades competentes ha provocado el estallido de un Pablo Vázquez que dejó su opinión en las redes sociales
El zaguero, sin pelos en la lengua, expresó cuál es la situación que vive la Comunidad Valencia desde hace días de la siguiente forma:
"Mi hermano trabaja en la empresa de mi tío Ruano Group en Gandía. Han llevado 4 camiones con ayuda a Chiva este pasado sábado (4 días después de todo) y se encontraron que no había nadie en la zona, solo particulares con palas y rastrillos. No pudieron hacer llegar casi la ayuda y no había puntos de entrega de recursos ni nadie organizando a nadie. Hacen falta helicópteros para llevar a todos lados la ayuda. Puntos de acopio enormes debidamente gestionados y destribuidos, gente al mando de verdad. Todos los recursos del estado deberían estar allí.
Me ha dicho que aquello es el apocalipsis. que lo que vio no tiene nombre. Gente aislada, gente sin nada, el pueblo destruido y sin acceso. Gente por la noche deambulando con chalecos reflectantes gestionándose ellos mismos lo mínimo que tienen. Yo solo me creo lo que cuenta la gente de allí, la realidad de lo que él por ejemplo me cuenta.
Desde la distancia sufrimos con vosotros y espero que esto sea un antes y un después en la historia de España, tanto en gestión de desastres como en modelo y estructura de Estado. Los valenciamos estamos impotentes. Que no s'oblide mai aço. Molta força. Visca València, visca", dijo para terminar.